El cardenal Osoro, indignado ante la situación de la Cañada Real: “Me da vergüenza”

“Esto no es tolerable y menos para cualquier creyente, que si reza en serio el padrenuestro, verá que allí hay hijos de Dios y hermanos”, ha dicho el arzobispo de Madrid

“Lo que pasa en la Cañada Real me duele, me conmueve y me indigna. ¡No puede ser! ¡No hay derecho! No podemos normalizar ni validar la falta de electricidad y de una vida digna para quienes viven allí”. Con estas palabras ha expresado su indignación, en una entrevista con Europa Press, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, al ser preguntado por la situación de la Cañada Real, en la que 4.000 vecinos –de los cuales casi la mitad son menores– llevan más de un año sin suministro eléctrico.



“Hay que decir con toda firmeza que esto no es tolerable y menos para cualquier creyente, que si reza en serio el padrenuestro, verá que allí hay hijos de Dios y hermanos”, expresaba el purpurado, quien además ha instado a las administraciones a actuar como si se tratase de “una emergencia o una calamidad”.

Asimismo, Osoro ha asegurado que le “entristece” que “a pocos kilómetros de la Puerta del Sol” existan “estas situaciones que generan tantísimo dolor y sufrimiento en quienes ya de por sí tienen una situación de muchísima precariedad”. “Me da vergüenza que haya niños y ancianos en esa situación”, ha aseverado.

“Bastantes dormimos calientes”

El cardenal, visitaba la Cañada Real el pasado 9 de junio para encontrarse con los vecinos y conocer en primera persona el trabajo que allí realiza Cáritas diocesana de Madrid. “Pude comprobar sobre el terreno su calidad humana y cristiana” y la “labor impresionante” que realiza la organización.

“Además de intervenir directamente acompañando a los niños y a las familias, sin distinción de razas ni de religión, han formulado quejas al Defensor del Pueblo, han pedido la intervención de la Fiscalía para proteger a los niños y reclamar el cumplimiento de los derechos humanos. También Justicia y Paz ha hecho un informe denunciando la violación de los derechos de unos niños a los que estamos hipotecando el futuro”, ha explicado Osoro.

“La falta de energía eléctrica supone que no hay calefacción, que no hay para calentar el agua, que no hay lavadoras, que los frigoríficos no funcionan, que no se pueden cargar los móviles, que no hay conectividad, que los chavales pierden clases”, ha recordado el cardenal, quien ha pedido, además, “medidas paliativas” ante “tanta vulnerabilidad”. “Sobre todo de cara a un invierno en el que bastantes dormimos calientes en la cama”, ha matizado.

Osoro considera que el problema acarrea “dimensiones estructurales”, y ha pedido “no olvidar la puesta en marcha de medidas paliativas que deben establecerse con urgencia”. Por ello, ha urgido a las administraciones públicas un mayor “nivel de compromiso y, desde luego, mucha más agilidad”. “Se trata de hacer, pero de hacerlo bien y con rapidez porque la situación es terrible y a cualquiera le causa vergüenza”, ha subrayado.

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