El arzobispo de Toledo pide perdón a la vez por el videoclip de Tangana, los abusos sexuales y los ataques al Papa

  • Francisco Cerro presidió en la catedral primada la eucaristía con la que se abre la fase diocesana del Sínodo de la sinodalidad
  • En paralelo, horas antes, el templo acogía una misa de acción de gracias, apoyo y despedida por la labor del deán dimitido

Y llegó el día que algunos habían exigido. A falta de misa de desagravio, tras la polémica surgida por la grabación del videoclip de C. Tangana y Nathy Peluso en algunos espacios de la catedral de Toledo, el arzobispo Francisco Cerro ha pedido perdón “por los pecados del Pueblo de Dios y las negligencias en el cuidado y respeto del templo, por las faltas de comunión con el Santo Padre y los obispos, por las injusticias que atentan contra la libertad y los derechos del hombre y por los escándalos y los abusos a personas vulnerables”. Lo ha hecho en la misa de apertura de la fase diocesanadel Sínodo de la sinodalidad convocado por el papa Francisco.



La de este domingo, 17 de octubre, ha sido la primera celebración presidida por el obispo en la catedral y primada y, tal como había anunciado el propio arzobispo en un comunicado, un acto penitencial especial serviría para zanjar una polémica que ha llevado al deán de la catedral, Juan Miguel Ferrer, a adelantar el final de su mandato.

En paralelo, horas antes de la petición de perdón encabezada por el arzobispo, el templo acogía una misa de acción de gracias, apoyo y despedida por la labor del deán dimitido. A la una de la tarde, en la capilla de San Pedro, tenía lugar esta misa ante la precipitada renuncia tras la emisión del videoclip de C. Tangana. En un principio, el mandato de Ferrer concluía el 5 de noviembre, pero se adelantó al pasado sábado a raíz de la polémica generada.

Negligencias contra el templo

El prelado ha comenzado la celebración junto al baptisterio y ha recordado que el “papa Francisco invita a toda la Iglesia a interrogarse sobre la sinodalidad, un tema decisivo para la vida y la misión de la Iglesia” y por ello comienza una fase, la de las iglesias locales, que espera “asegurar la participación del mayor número posible, para escuchar la voz viva de todoel Pueblo de Dios”.

En este contexto, junto a la fuente bautismal, Cerro pidió perdón a Dios “por los pecados del Pueblo de Dios, sacerdotes, vida consagrada y laicos, y las negligencias en el cuidado y respeto del templo”. El acto penitencial prosiguió con el arrepentimiento “por las faltas de docilidad y comunión con el Santo Padre y el Colegio de los sucesores de los Apóstoles; por los pecados contra la unidad y la comunión en la Iglesia, por las críticas destructivas, intencionadas o inconscientes y superficiales”. En las intenciones se unieron “todas las opresiones, injusticias, violencia que atentan contrala libertad y los derechos del hombre en el plano político, social, laboral y familiar”, así como “las inmoralidades y corrupciones que condicionan y empujan al individuo a una degradación moral o física, disuelven los vínculos familiares y desenfocan los verdaderos valores de la vida”. También se ha perdón “por los escándalos y por los abusos a las personas vulnerables”.

En la celebración –en la que han concelebrado el arzobispo emérito, Braulio Rodríguez Plaza, el obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio Castro, y más de un centenar de sacerdotes– se ha hecho una colecta por los damnificados por la erupción del volcán en la isla de La Palma. En la homilía, Francisco Cerro, ha reclamado que “hemos de evitar todo aquello que, por nuestras acciones u omisiones, las dificulte o impida”, destacó por ello “la importancia de la participación, lo que supone la llamada a que todos nos sintamos implicados en este proceso”. Al final de la eucaristía se depositaron unas velas representando a las diferentes parroquias ante un icono de la Virgen María.

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