El Camino de Santiago resucita y se desborda: 100.000 peregrinos

El canónigo delegado de peregrinaciones de la catedral, Segundo Pérez, destaca el “esfuerzo” realizado por los servicios de atención a los visitantes en el “boom” del verano

Jorge Manuel Gonçalves ha sido el peregrino número 100.000 que ha llegado a Santiago en lo que llevamos de Año Santo Compostelano. Gonçalves es la tercera vez que realizaba el Camino –en este caso saliendo de la ciudad portuguesa de Aveiro acompañado por su hijo– y llegó este jueves, 2 de septiembre, a la ciudad del apóstol donde fue recibido por el vicepresidente primero de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y el canónigo delegado de peregrinaciones de la catedral, Segundo Pérez.



Mientras Gonçalves deseaba que todos los peregrinos sean “verdaderamente portadores del espíritu xacobeo”; la cifra confirma el resurgimiento del Camino de Santiago durante este verano llegando incluso a superar las expectativas de la propia oficina internacional de atención a los peregrinos que ha ido, durante la pandemia, adaptando sus servicios al progresivo aumento de los visitantes a la ciudad gallega.

Atención al peregrino

De hecho, ante algunas quejas por el desbordamiento de la oficina del peregrino, Segundo Pérez ha reivindicado el “esfuerzo” realizado por los servicios de atención para ir “incorporando en la medida de las posibilidades” ante el “boom” de peregrinos, con alternativas como avisos mediante correo electrónico y otras iniciativas, según recoge Europa Press. “Hacemos lo que podemos”, destaca el canónigo, que ha hablado de “sorpresa” y “desbordamiento” ante el aumento de peregrinos durante el mes de agosto.

Las cifras para Rueda suponen el “resurgimiento del Xacobeo” en los últimos tres meses. Por ello, la Xunta comprometió su colaboración para seguir “mejorando” y continuar con los preparativos para un “muy buen ritmo de llegada de peregrinos” en lo que queda de año jubilar. El vicepresidente destacó el “beneficio indiscutible” del Camino para toda Galicia y que este “es seguro” con una incidencia “mínima”.

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