“Todavía vivo”. El papa Francisco echa mano de toda su ironía para responder a Carlos Herrera, locutor de Cope, cuando este le pregunta que cómo está. En un breve extracto ofrecido hoy de la entrevista con esta cadena de radio española que será emitida el próximo miércoles, el Pontífice habla de su recuperación tras la operación de colón a la que se vio sometido el pasado mes de julio y hace un sentido reconocimiento del trabajo de los sanitarios.
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“Un enfermero me salvó la vida. Un hombre de mucha experiencia. Es la segunda vez, la primera fue en 1957”, cuenta Jorge Mario Bergoglio en su conversación con Herrera, desarrollada en la Casa Santa Marta, la residencia dentro del Vaticano donde vive. La ocasión anterior a la que se refería el Papa tuvo lugar cuando, siendo un joven seminarista en Argentina, enfermó de neumonía y una monja italiana que trabajaba como enfermera le cambió la medicación y consiguió salvarle, pese a que los médicos habían sugerido otro tratamiento.
En otro de los extractos de la entrevista ofrecidos por Cope, Francisco responde a los rumores, iniciados por un diario conservador italiano, acerca de su supuesta voluntad por presentar en los próximos meses su renuncia al pontificado debido a un posible empeoramiento de su salud y a su edad, pues cumplirá 85 años el 17 de diciembre. “Siempre que un Papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave”, recuerda.
Ante una imagen de la Candelaria
Tras ser operado el pasado 4 de julio debido a una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante, lo que provocó que tuviera que extirpársele parte del colon y por la que estuvo 10 días hospitalizado, Bergoglio se está recuperando con normalidad. Aunque aún no puede pasar mucho tiempo en pie, ya ha cargado su agenda con diversos eventos de cara a los próximos meses. El 12 de septiembre iniciará su visita a Hungría y Eslovaquia, mientras que en noviembre se espera que viaje a Glasgow para participar en la Cumbre sobre el Cambio Climático.
En la entrevista el Papa también habla sobre la situación de Afganistán y de España, en particular sobre Cataluña y la nueva ley de eutanasia, así como de la inmigración y de la posición de Estados Unidos y de la Unión Europea. La conversación se desarrolló frente un cuadro de la Virgen Desatanudos, de la que Bergoglio es muy devoto, y Herrera colocó además sobre la mesa una imagen de la Candelaria.
