La diócesis de Tenerife denuncia que Canarias no puede convertirse en un muro para los migrantes

La Iglesia Nivariense considera “inaceptable” la utilización de este drama humanitario por “alguna ideología que justifica el racismo y la xenofobia generando una crispación social que a nadie beneficia”

Canarias

“Nuestras islas no pueden convertirse en un muro de bloqueo sistemático y retención de las personas que llegan impidiendo su traslado a otros lugares del Estado o de Europa. Esto está suponiendo una gran frustración de las personas que llevan aquí varios meses sin ver claro su futuro y con la única perspectiva de la expulsión”. Así de contundente se muestra la Mesa de Migraciones de la diócesis de Tenerife en un comunicado hecho público hoy titulado ‘Llamados a construir puentes y no muros’.



Asimismo, consideran “inaceptable” que, “con la experiencia acumulada de Canarias en tantos años en relación al fenómeno migratorio, se haya dado una falta de planificación tan grande por parte de las autoridades responsables para garantizar unas buenas condiciones de acogida de emergencia”.

La Mesa de Migraciones –formada por Cáritas, Justicia y Paz, Fundación Canaria Buen Samaritano, Fundación Don Bosco Salesianos Social, la Casita Oblatas y la delegación de Migraciones– cuestiona la creación de campamentos como centros de atención temporal, porque “no se puede garantizar una atención digna debido al número de personas, y porque las condiciones de las infraestructuras creadas se han demostrado deficientes. Además, son recintos que no facilitan la integración en el entorno cercano donde se encuentran”.

Por otro lado, ponen el foco en los menores de edad “con limitación de acogida en los recursos disponibles y del futuro inmediato al que se enfrentan: desprotegidos, sin expectativas, sin nada que hacer ni donde estar”.

La Iglesia Nivariense comprende el miedo y la desconfianza de la sociedad, pero considera “inaceptable” que este drama humanitario sea utilizado por “alguna ideología que justifica el racismo y xenofobia generando una crispación social que a nadie beneficia y sí nos perjudica como sociedad”.

17 fallecidos en una patera cerca de El Hierro

Así, la Mesa de Migraciones recuerda a quienes han perdido la vida en la ruta migratoria canaria, “huyendo del hambre, del dolor, de la guerra, persiguiendo sus sueños de una vida mejor y el sufrimiento de sus familias que desconocen muchas veces cual ha sido el destino de sus seres queridos”. Como es el caso de los 17 migrantes fallecidos en una patera localizada ayer al sur de la isla de El Hierro; solo tres de las 20 personas que viajaban a bordo fueron rescatados en helicóptero y ya se recuperan en dos centros hospitalarios tinerfeños.

La Iglesia diocesana hace un llamamiento a la comunidad cristiana para tomar conciencia de “la vocación a la que estamos llamados: ser Buenos Samaritanos con todo ser humano que sufra la pobreza, la exclusión social, la vulneración de derechos, poniendo en práctica el programa propuesto de acoger, proteger, promover e integrar”. Del mismo modo, invitan a “crear una cultura del encuentro, tal como nos propone el papa Francisco constantemente superando miedos, prejuicios y desconfianzas que solo nos llevan a abandonar a cada quien a su suerte”.

Por último, reclaman a los gobernantes tanto autonómicos, como nacionales y europeos a que hagan “una apuesta clara por el cumplimiento de los Derechos Humanos; la creación de infraestructuras debidamente dotadas para atender dignamente a las personas que ya se hallan en suelo europeo; la coordinación de protocolos en la fase de llegada para que puedan llegar a sus destinos sin añadir nuevos infiernos a su trayectoria; la recuperación del 0’7% del PIB para los países en desarrollo; y la denuncia del tráfico de armas”.

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