‘Vivir la pobreza: gracia y reto’ es el título de la nueva carta de Miguel Miró, prior general de los agustinos recoletos, en plena crisis del coronavirus. En ella aborda el ideal de la pobreza en el carisma agustino recoleto: personal y compartida con los más necesitados y el medioambiente. Según señalan desde la orden, “el objetivo del escrito es señalar unos criterios que orienten a los religiosos a vivir su pobreza y estar cercanos a las pobrezas de la sociedad”. Una propuesta que surge del capítulo general celebrado en 2016.
- DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Un camino de autenticidad
Este directorio de pobreza, sitúa el consejo evangélico más allá de una mera cuestión social o simplemente un asunto de carácter económico. “La pobreza es una dimensión de nuestra forma de ser que marca nuestra vida y misión”, destaca. El superior pide a los religiosos que “encuentren en la pobreza un camino de felicidad y autenticidad”.
Miró destaca que para vivir esto voto de la vida religiosa es necesario oración y discernimiento, sobriedad y sacrificio, sencillez y humildad de corazón, cercanía y solidaridad con los pobres. Por ello invita a las comunidades religiosasvivir la comunión de bienes, la sencillez de vida, la corresponsabilidad, la solidaridad y el empeño en tener un proyecto común ayuden a los religiosos a crecer humana y espiritualmente.
Vivir la pobreza, para el religioso, es clave para construir un mundo sostenible. “La degradación de la Tierra tiene consecuencias irreparables sobre todo para los más pobres”, afirma. Por ello, pide cuidar la Casa Común para así cuidar a los más necesitados.
