Otra vez la vida religiosa femenina al rescate: unas monjas ceden una casa a Sant’Egidio para acoger a migrantes

REfugiados

Las Hermanas de la Divina Providencia de Catania no solo se han leído la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco sino que ya la han puesto en práctica. Las religiosas han cedido de forma gratuita el usufructo de un edificio para acoger a migrantes. Se lo dan directamente al Pontífice a través de la Limosnería Apostólica, cuyo promotor, el cardenal Konrad Krajewski, ya ha decidido su misión: será la nueva casa en la que la Comunidad de Sant’Egidio acogerá a migrantes llegados gracias a los corredores humanitarios.



“Para responder a la invitación de Francisco, que en la encíclica ‘Fratelli Tutti’ renueva en varias ocasiones la necesidad de preparar una acogida como procede a los migrantes que huyen de guerras, persecuciones y catástrofes naturales, las hermanas han decidido dar al Papa el usufructo de un edificio de su propiedad situado en via della Pisana”, según explica el limosnero en un comunicado.

2.600 personas ‘rescatadas’

El edificio, que lleva el nombre de Villa Serena, será una casa de acogida para refugiados, especialmente para mujeres solteras, mujeres con menores a cargo y familias en situación de vulnerabilidad que llegan a Italia con los corredores humanitarios. El centro podrá acoger a un máximo de 60 personas y su objetivo es acoger a los refugiados los primeros meses tras su llegada, para posteriormente acompañarles en los itinerarios de autonomía laboral y habitacional.

Sant’Egidio podrá seguir haciendo aquí realidad la acogida, protección, promoción e integración de las personas migrantes, tal y como insta el Papa. De hecho, en los últimos cinco años a acogido a más de 2.600 refugiados a través de los corredores humanitarios.

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