Luis Ángel de las Heras y María José Tuñón: un equipo para avanzar en comunión

Luis Ángel de las Heras y María José Tuñón

María José Tuñón acaba de aterrizar en la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada. ¿Su principal función en estos días? “Escuchar”. SomosCONFER mantiene un encuentro a dos voces con la Esclava del Sagrado Corazón de Jesús y Luis Ángel de las Heras, presidente de la Comisión desde marzo. En síntesis: su jefe. Aunque ellos la relación la viven a tres velocidades: a veces el obispo de Mondoñedo-Ferrol delante, otras al lado y algunas detrás, como le gusta decir al papa Francisco.



El 18 de septiembre era el primer encuentro cara a cara de ambos desde que el día 1 se incorporara ella a la sede de la Conferencia Episcopal, pero la ‘nueva normalidad’ cambió la presencialidad por lo digital. Al llegar, la pantalla no engaña: la videollamada comenzó hace más de dos horas. Son muchas las cuestiones que ir perfilando en este aterrizaje, que, según la religiosa, está siendo “muy fácil” por “el cariño de todos”.

“María José va tomando el pulso a lo que es el secretariado y conociendo todo en profundidad. Ahora se está poniendo de acuerdo con todos los colaboradores, pero ella tiene todo el respaldo para configurar un equipo en el que estén presentes todas las formas de Vida Consagrada”, explica el misionero claretiano.

Cada vez que hay que tratar temas nos llamamos, con ella es todo muy fácil. La relación es fluida tanto conmigo como con el resto de obispos de la Comisión”, añade el prelado, que se reconoce “encantado” con el nombramiento que hizo público la Comisión Permanente del Episcopado el 8 de julio: “La búsqueda de la persona para este servicio ha llevado su discernimiento. Luego encontramos una respuesta generosa de su congregación”.

La religiosa se muestra “ilusionada” con este encargo. “Lo llevo con alegría, porque vengo a compartir algo que llevo en el corazón desde hace mucho tiempo: el cariño por la Vida Consagrada, aunque, especialmente, he trabajado más con la vida apostólica y sobre todo involucrada con los más pobres”, explica. Y recalca: “Mi idea es que las invitaciones que nos hace el Papa puedan ser animadas desde esta Comisión”.

Tender puentes

Por ahora, en su proceso de escucha a todas las formas de Vida Consagrada, ya ha tenido el primer contacto con la CONFER el pasado 14 de septiembre en la sede. “Fue un encuentro en familia en el que nos mostramos ambas partes dispuestos, como siempre, a colaborar y ser más puente”, señala María José.

Precisamente sobre esta idea de “ser puente”, le coge el guante De las Heras. “Su nombramiento es para tender puentes con todos. Con la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS) y con las otras formas de Vida Consagrada, no solo con CONFER, porque la relación con ellos es muy fácil y muy fluida”, recalca el prelado. “Debemos edificar y mantener la comunión, porque los edificios no se construyen y se dejan, sino que hay que ir arreglándolo de vez en cuando. Y en algunos casos hacer edificaciones nuevas. Ahora es un tiempo para avanzar en este sentido guiados por el Señor”, añade.

Sobre las mutuas relaciones, De las Heras afirma que hoy, en España, pasan por un “buen” momento, pero, como todas las relaciones, hay que cuidarlas. “Se ha avanzado mucho en el diálogo en comparación con otros tiempos. Cada proyecto, cada encuentro merece su atención y cuidado, porque no estamos exentos de dificultades. Las diferencias están dentro de la Iglesia porque hay mucha diversidad. Lo importante es no romper la comunión ni enquistar problemas. Nuestra misión es posibilitar soluciones”, subraya.

‘Mutuae relationes’

Mientras, la religiosa, en este mes ha constatado que existe “buena voluntad” para la escucha por parte de todos, porque “la Vida Consagrada debe estar a la escucha de sus pastores y ellos también escuchando a todo el Pueblo de Dios”.

La Congregación para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y la Congregación para los Obispos están preparando un vademécum de carácter pastoral y canónico para actualizar la instrucción ‘Mutuae relationes’, promulgada hace 42 años, que ambos esperan con entusiasmo. “Este documento es fruto de la participación de mucha gente que quiere a la Vida Consagrada y a la Iglesia y busca iluminar los caminos que queremos recorrer. Se trata de una clarificación que nos puede servir para situar a la Vida Consagrada dentro de la comunión del Pueblo de Dios. Porque no solo con los obispos hay que entenderse, también con los párrocos y los laicos”, indica De las Heras, para luego añadir: “No es la hora de unos u otros, sino de todos. El texto será una ocasión de darnos más a conocer todos, porque tengo claro que muchas de las dificultades que surgen es por desconocimiento mutuo. Imaginamos lo que los otros hacen y son, pero debemos conocernos mejor, hacer hincapié en lo que nos une. No podemos discernir cada uno en su ámbito, sino más coordinados todos como Pueblo de Dios a la luz del Espíritu”.

Para Tuñón, por su parte, la instrucción será “clarificadora y nos guiará caminos. Nos va a abrir procesos de mayor conocimiento, de ampliar esa comunión, de sacar lo mejor de cada uno para alumbrar el mundo de hoy y la Iglesia de hoy. Necesitamos una mayor conciencia de pertenencia a una familia humana que camina hacia el Dios que lo ha dado todo por nosotros en la persona de Jesús. No debemos ir dejando a nadie atrás, ni siquiera en el pensamiento”.

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