El Papa llama a “la unidad de Europa” para hacer frente al coronavirus

Con motivo de la festividad de Catalina de Siena, patrona de Europa, el Papa comenzó con una oración dirigida a ella en la misa matutina desde la capilla vaticana de la residencia de Santa Marta, consciente de las diferencias existentes entre los países de la Unión Europea a la hora de responder a la emergencia económica y sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus.



Oremos por Europa, por la unidad de Europa, para que todos juntos podamos seguir adelante como hermanos”, expresó Francisco, que no es la primera vez que en estos días hace un llamamiento a los líderes del continente para una respuesta conjunta y solidaria.

Contra la tibieza

Durante la homilía, el Papa aseveró que “no podemos estar en comunión con Jesús y caminar en las tinieblas. O una cosa o la otra”. Así, advirtió de que vivir en la tibieza, en “el gris es peor todavía, porque hace ver que tú caminas hacia la luz y aparentemente te tranquiliza, pero sigues en la tiniebla”. “Todos somos pecadores y podemos decirlo como el que dice ‘buenos días’ y no tener verdadera conciencia de pecado”, alertó por otro lado, que aseguró que “la verdad es concreta”.

No puedes ir a confesarte de una manera ligera sino en lo concreto: he hecho esto, he pensado esto y he dicho esto”, aconsejó el Papa sobre el sacramento de la reconciliación, que invitó a los católicos a tomar como ejemplo la simplicidad y espontaneidad de los niños al pedir perdón: “Los pequeños dicen lo que piensan y dicen. No digamos las cosas de forma acartonada, de tal manera que no se sabe lo que queremos decir”. “Lo que me hace sentir un pecador en serio, es lo que debo decir”, apostilló.

Camino de humildad

“La concreción nos lleva a la humildad. Es la verdadera actitud del pecador que quiere ser perdonado”, insistió, a la vez que apuntó que “no somos pecadores de forma abstracta. El que se cree sin pecado se engaña a sí mismo”.

“Pidamos al Señor la gracia de la simplicidad y que él nos dé la gracia de lo sencillo que da a los niños, que no esconden lo que sienten, incluso cuando se equivocan lo transparentan. Que el Señor nos dé la gracia para tener libertad para hablar, la gracia de conocer quienes somos nosotros frente a Dios”, concluyó.

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