Las monjas del papel higiénico: un convento alemán regala miles de rollos ante el desabastecimiento por el coronavirus

En plena crisis del coronavirus, un convento de religiosas dominicas alemanas ha donado a los más necesitados varios miles de rollos de papel higiénico que tenían almacenadas desde hace varias décadas. ¿El motivo? Las monjas del monasterio de Bad Wörishofen en Unterallgäu -en la región de Baviera- tenían un excedente de este bien de primera necesidad agotado durante unos días en toda Europa después de que en la década de los 70 un proveedor se equivocara a la hora de enviarles un pedido. A esto se une que hace quince años, las contemplativas renunciaron a una residencia que regentaban lo que redujo su consumo interno.



Los hemos tenido en nuestro almacén durante media eternidad. ¡Pero no porque los hubiéramos acumulado por previsión! ¡Por amor de Dios!”, expresa con buen humor Franziska Brenner, priora del monasterio, a la agencia germana KNA.

La religiosa recuerda que “cuando se hizo el pedido en su momento, el proveedor anotó un cero de más y entonces se decidió no cancelarlo cuando lo recibimos, porque pensamos: ya lo usaremos en algún momento”.  Así se toparon con “dos palés con un número de rollos de cuatro dígitos”.

Ante el desabastecimiento

A pesar de que estos años ya habían hecho algunas donaciones, la cantidad de material acumulado les desbordaba hasta que saltó la crisis del COVID-19 y, con ella, el desabastecimiento en Alemania y en toda Europa. “Cuando leímos que las estanterías de los supermercados estaban vacías, pensamos que sería particularmente difícil conseguir papel higiénico barato”, detalla Brenner, priora del monasterio, a la agencia germana KNA.

En un principio no sabían si seguir adelante con el donativo, en tanto que el papel, de doble capa, estaba con su embalaje original y había tornado a un color gris por el paso del tiempo. Sin embargo, se comprobó que más allá del tono adquirido, el material se encontraba en buen estado.

Por un consumo responsable

Además de su gesto caritativo, la madre Franziska hace un llamamiento a un consumo responsable ante las compras masivas que ha generado el confinamiento: “Es una pena que la gente se mire a sí misma ahora que se requiere solidaridad. Muchos otros tienen desventaja, especialmente los más débiles. No tienen que ser así En realidad, hay recursos suficientes para todos”.

Aunque dos furgonetas ya se han llevado parte del papel higiénico, todavía les quedan unos cuantos paquetes disponibles: “¡Los rollos sobrevivirán a todos nosotros!”, expresa con buen humor la priora.

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