El Papa, sobre Asia Bibi: “¡Nueve años en la cárcel sufriendo el ensañamiento del diablo!”

  • Francisco reflexiona sobre “tantos cristianos que son cruelmente perseguidos” en la actualidad durante la eucaristía matutina de Santa Marta
  • Un día más, ofrece la misa por los afectados por el coronavirus, especialmente por los presos, tras los motines en las cárceles italianas

La cristiana paquistaní Asia Bibi ha centrado la atención de Francisco durante la eucaristía matutina de hoy en la capilla de Santa Marta. Durante su homilía el Papa ha denunciado que la mujer condenada a muerte y absuelta por blasfemia “Estos días los periódicos hablaban de Asia Bibi: ¡Nueve años en la cárcel sufriendo el ensañamiento del diablo!”, exclamó el Papa durante la homilía, al reflexionar sobre “tantos cristianos que son cruelmente perseguidos” en la actualidad.



El Tribunal Supremo de Paquistán absolvió a Asia Bibi en octubre de 2018  y anuló la sentencia de muerte que le había sido impuesta bajo la acusación de insultar al profeta Mahoma en 2009. Fue liberada semanas después y actualmente vive exiliada por temor a posibles represalias.

Desde esta realidad, Francisco señaló que no solo la condena a muerte es una manifestación del maligno, sino también “la humillación y el enseñamiento”. “Cuando hay ensañamiento en la persecución de una persona, de un cristiano, está el demonio”, comentó. “Cuando hay ensañamiento, aparece el odio y la venganza”, recalcó.

La seducción de las promesas

Francisco comentó que el diablo tiene “dos estilos” de acción: “La seducción con las promesas del mundo como hizo Jesús en el desierto” y el ensañamiento. “No hay términos medios para él”, apuntó.

“El demonio busca destruir. Pensemos en las persecuciones de tantos santos y cristianos. No los matan simplemente, los hacen sufrir. Buscan humillarlos hasta el fin por todas las vías”, incidió. El Papa imploró a Dios “para que nos dé la gracia para discernir cuando este espíritu mundano nos quiere llevar hacia el ensañamiento o quiere llenarnos de vanidad”.

Una vez más, antes de comenzar la eucaristía, Francisco rezó por las víctimas del coronavirus, especialmente por los encarcelados, en unas jornadas en la que los motines se han multiplicado en las prisiones italianas por la psicosis que ha generado la epidemia.

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