Cáritas Europa reclama “una reacción humana urgente” en la frontera entre Grecia y Turquía

reparto de alimentos de Cáritas en un campamento para refugiados en Grecia

Cáritas Europa ha emitido un comunicado en la que reclama con urgencia una reacción humana en la frontera greco-turca “en respuesta a los últimos acontecimientos dramáticos acontecidos”. En el texto subraya, además, que los migrantes “no deben ser vistos como una amenaza a la seguridad”, ya que “son personas en una situación vulnerable que necesitan nuestra ayuda”. Por este motivo, la organización llama a Europa a “unirse en los principios de dignidad y humanidad para aliviar el sufrimiento de los más vulnerables”.



“Los terribles y desesperados acontecimientos de los últimos días en la frontera entre Turquía y la UE exigen una reacción rápida y humana por parte de las próximas reuniones extraordinarias del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior y de Asuntos Exteriores de la UE”, subraya Cáritas. De esta manera, se hace un llamamiento a los Estados miembros para que busquen urgentemente “una solución humana y digna a la dramática situación humanitaria que ahora se está desarrollando en la frontera exterior de Grecia, tanto en las islas como en el continente, después de que Turquía abriera su frontera exterior hacia los Estados de la Unión”.

Por su parte, Maria Nymn, secretaria general de Cáritas Europa, ha afirmado que “las personas que intentan llegar a Europa en busca de protección deben ser tratadas con dignidad y respeto, y nunca ser saludadas con gases lacrimógenos, armas de fuego u odio”. Asimismo, ha instado a Europa a defender valores “como la humanidad y la solidaridad, que son el núcleo de la fundación de la UE”.

Reubicar a los refugiados

“Centrarse exclusivamente en los controles fronterizos se traduce en la criminalización de las personas en situación de movilidad y alimenta un pánico irracional”, continúa el comunicado, animando a la UE a elaborar un plan colectivo con el objetivo de proporcionar ayuda humanitaria a los miles de personas que han huido de las guerras, la persecución y el hambre, y que ahora están atrapados en la frontera exterior de la Unión.

“No podemos aceptar la muerte de niños cuando intentan alcanzar la seguridad de la UE”, remarca la organización. “Y no podemos mirar pasivamente cuando nuestros guardacostas atacan y empujan a los migrantes a bordo de un bote en situación precaria, tratando de llegar a tierra firme, como ha sucedido en Grecia esta semana”, ha subrayado.

Sin embargo, Cáritas ha defendido también que Europa debe “mostrar su solidaridad hacia Grecia y los solicitantes de asilo que quedan en el limbo legal, especialmente en las islas griegas”. Para ello, los Estados miembros deben “reubicar urgentemente a los solicitantes de asilo, comenzando por los más vulnerables, como son los menores no acompañados”.

Acabar con la guerra

Según el ACNUR, 40.000 migrantes se encuentran en campamentos oficiales en las islas griegas, diseñados para albergar solo a 6.000 personas. Miles más viven en campamentos improvisados, ​​sin acceso a servicios o atención médica. “La frustración aumenta entre la población migrante que queda en el limbo y los isleños que se sienten abandonados por las autoridades griegas y el resto de Europa”, explica el comunicado. “Esto ha provocado varias manifestaciones, mayores tensiones, violencia y racismo hacia los migrantes”, añade.

Por este motivo, y uniéndose a ACNUR, Cáritas insta “a todas las partes a abstenerse de usar la violencia contra los migrantes y las ONG que los rescatan y apoyan”, condenando “las restricciones aplicadas al acceso al asilo y la devolución que se están llevando a cabo en Grecia y en la frontera turca”.

Por último, Cáritas Europa ha hecho un llamamiento para que la UE intensifique “sus esfuerzos diplomáticos para negociar el fin de la guerra en Siria y proporcionar apoyo humanitario a las personas recién desplazadas en la región de Idlib”. “No olvidemos que más de 12 millones de personas han sido desplazadas por la represión y la violencia en Siria desde 2011”, concluye el comunicado, “ya es hora de que estas personas reciban algo de humanidad y paz”.

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