El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, ha participado hoy, 3 de octubre, en la inauguración de la Asamblea Plenaria del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, que se celebra en la capital gallega hasta el próximo 6 de octubre. Durante su intervención, el prelado ha recordado a los participantes que “hace treinta y siete años el papa san Juan Pablo II nos dejaba en la Catedral Compostelana un mensaje profético sobre Europa, que sigue teniendo toda su actualidad”.
En la “nueva Europa del espíritu” es necesario, tal como ha señalado Barrio, “avivar las raíces cristianas y recordar el Evangelio a quienes lo han olvidado y transmitirlo a quienes ya no lo conocen”. Una tarea que se ve favorecida por “la colegialidad y la sinodalidad”. Y es que, para el obispo, Europa, “no ha malgastado su herencia espiritual, pero tal vez la tiene olvidada”.
“Sabemos que el sentir religioso no desaparecerá jamás porque no se puede eliminar del corazón del hombre el significado de la propia vida, preguntándose sobre el misterio”, algo que se traduce, ha subrayado, en una “actitud religiosa con un vínculo entre religión y pueblo, lo que hoy está fallando en Europa”.
Apertura a lo universal
“Ciertamente, no se trata de crear una Europa paralela a la existente”, ha apostillado Barrio, “sino de mostrar a esta Europa que su alma y su identidad están profundamente enraizadas en el cristianismo, para poder así ofrecerle la clave de interpretación de su propia vocación en el mundo”. Además, ha explicado que “mirando al Año Santo Compostelano 2021, la peregrinación jacobea descubre que el cristianismo por ser apertura a lo universal, ha configurado una Europa abierta y capaz por ello de integrar nuevos elementos”.
El arzobispo compostelano señaló, además, que “el peregrino jacobeo, viajero de lo sagrado y transmisor de saberes, sigue contribuyendo a la reconstrucción de la Europa que tiene sus raíces en la tradición cristiana”. Por eso, el Camino de Santiago es “la inteligencia espiritual para darle sentido”.
