10 acciones de la Iglesia alemana para asumir su ‘responsabilidad con la creación’

  • La Conferencia Episcopal propone un decálogo en clave ecológica para contrarrestar los impactos socioambientales del cambio climático
  • “Dar un buen ejemplo en materia de sostenibilidad, protección ambiental y climática” ha sido la apuesta de la Comisión para la Pastoral Social

“Asumir la responsabilidad por la creación como misión de la Iglesia” es el título del Documento de Trabajo No. 103 de la Conferencia Episcopal Alemana, en el que ofrece 10 recomendaciones –a modo de ‘decálogo’– para contrarrestar los impactos socio-ambientales del cambio climático.

Fruto de un trabajo colectivo que inició en 2017, las recomendaciones de acción que se proponen representan un esfuerzo de ‘aterrizar’ las grandes apuestas de Laudato Si’ al trabajo pastoral, a la actividad administrativa diocesana y al compromiso sociopolítico.

Compromiso socioambiental

“Como Iglesia aspiramos a dar un buen ejemplo en materia de sostenibilidad, protección ambiental y climática”, ha dicho Franz-Josef Overbeck, presidente de la Comisión para la Pastoral Social del episcopado alemán, asegurando que “estas áreas representan la fe viva en la creación y deben constituir un elemento central en la actividad eclesiástica”.

Este decálogo de acciones adoptadas por la Iglesia alemana, están alineadas con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y representan, sin duda, un conjunto de exigencias específicas y ambiciosas para el cuidado de la ‘casa común’ desde las prácticas permanentes que impactan la vida de las parroquias y de las jurisdicciones eclesiásticas en general.

Decálogo en clave ecosostenible

1. Integrar la espiritualidad de la creación en la predicación y en la liturgia. La responsabilidad por la creación debe ser abordada en la predicación, la catequesis y se le debe reservar un espacio regular en la celebración del culto.

2. Arraigar una consciencia de la creación al interior de la Iglesia.  Se sugiere que cada diócesis ofrezca orientaciones en este sentido a quienes trabajan para la Iglesia, tanto en labores pastorales y educativas, como administrativas, incluyendo a los futuros sacerdotes.

3. Sensibilizar y motivar mediante la educación. Concretamente, se propone incluir el tema ‘responsabilidad por la creación’ en los planes de estudio para las clases de religión y en los programas de teología, entre otras acciones.

4. Redescubrir las propias tradiciones. Las antiguas tradiciones eclesiásticas de vida espiritual son una oportunidad para tomar conciencia de que todos somos parte de la creación. Prácticas como el ayuno o el día de abstinencia (alimentación sin carne) pueden asumirse desde esta perspectiva.

5. Establecer la responsabilidad por la creación como prioridad diocesana. La sostenibilidad, como tarea transversal de la acción eclesial, incluye todas las áreas y deberá manifestarse como prioritaria en la administrativa diocesana. 

6. Administrar las edificaciones de manera sostenible. Renovar las edificaciones existentes desde una perspectiva pastoral y ecológicamente viable, supone llevar a cabo procesos de modernización con los más altos estándares técnicos en lo referente al consumo energético.

7. Administrar de manera sostenible en las instituciones de la Iglesia. La gestión sostenible incluye la compra y el uso de bienes, mercancías y artículos de consumo, como también la contratación de servicios, bajo criterios de calidad y durabilidad, evitando la acumulación de residuos.

8. Administrar de manera sostenible los terrenos de la Iglesia. Corresponde al imperativo de conservar los suelos y las aguas, y preservar la biodiversidad en los terrenos de la Iglesia, incluyendo el mantenimiento de las áreas que circundan sus edificios, así como los cementerios bajo su gestión.

9. Planificar una movilidad respetuosa con el medio ambiente. Priorizar el desplazamiento hacia y desde el lugar de trabajo en bicicletas, vehículos compartidos, autobuses y ferrocarriles, de modo que resulte menos atractivo el uso individual del automóvil. 

10. Asumir una responsabilidad sociopolítica e internacional. Junto con otros actores, este compromiso en torno a un mayor impacto sociopolítico e internacional puede manifestarse en la modernización ecosocial, el trabajo eclesial a nivel mundial, eventos educativos y en la oración. 

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