El Seminario de Orihuela acoge a un centenar de personas afectadas por la gota fría

  • Las parroquias de la diócesis de Orihuela-Alicante se convierten en refugio y hogar para los damnificados por el peor temporal de los últimos años
  • Sacerdotes y fieles de Valencia y Cartagena se movilizan también para ayudar ante las graves inundaciones

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Devastación. Es la palabra que define lo que ha dejado a su paso la gota fría por el sureste peninsular y que ha causado la muerte de seis personas e incalculables daños materiales desde el pasado lunes, con datos históricos de lluvia en Murcia y Almería, en donde no hay registros de haber llovido tanto en un solo día, o en la Vega Baja de Alicante, donde han vivido las peores precipitaciones de los últimos 140 años.

Ante esta dramática situación, la Iglesia se ha movilizado para tratar de ayudar a los afectados, como es el caso de la Diócesis de Orihuela-Alicante, cuyo seminario se ofreció como albergue, llegando a acoger a casi un centenar de personas evacuadas, principalmente en Orihuela y su comarca de la Vega Baja debido la subida del río Segura, según reconoce en un comunicado.

Oraciones en todas las eucaristías

Asimismo, numerosas parroquias de los pueblos de la comarca “se han puesto al servicio de todos los afectados sus instalaciones parroquiales siendo acompañados por voluntarios, fieles, sacerdotes y miembros de Cáritas, convirtiéndose en refugio y hogar durante estos duros instantes”.

Ante esta situación, el obispo, Jesús Murgui, ha pedido a su clero y a los fieles ofrecer las eucaristías y oraciones del fin de semana “por las víctimas mortales de este temporal así como por todas aquellas personas y familias que han perdido sus cosechas o han visto afectados o en peligro sus hogares, bienes o medios de vida”.

“Vaya para ellas todo el ánimo, apoyo y consuelo posible”, señala el pastor en el comunicado, donde también agradece “a Dios toda esa gran labor de apoyo, trabajo y entrega de tanta gente voluntaria y de todas las entidades, instituciones y servicios de emergencia que han contribuido con gran entrega, solidaridad y profesionalidad a las labores de ayuda y salvamento”.

Personas sin hogar

También se han movilizado estos días las diócesis de Cartagena y Valencia. Así, en el Centro de Atención Integral (CAI) de Cáritas Gandía ha atendido en sus instalaciones a 31 personas sin hogar en las últimas noches a causa de las fuertes lluvias y mantendrá activado su protocolo de emergencias mientras esté vigente la alerta por temporal, según informa AVAN.

Por otra parte, en Moixent, voluntarios de la asociación San Vicente de Paúl, junto con el párroco de San Pedro Apóstol, Lisardo Castelló, han visitado a varias familias, sobre todo a personas mayores y enfermos, “para llevarles alimentos y ver cómo se encuentran ya que no han podido salir de casa por las fuertes lluvias y el Ayuntamiento alertó del peligro de desplazarse”, según declaró el párroco a la agencia de noticias del arzobispado valenciano.

Por otra parte, el obispo de Guadix visitó el pasado viernes 13 a la familia de Francisco Campoy, fallecido en Baza a consecuencia del temporal al ser arrastrado su coche por la crecida de una rambla. Francisco Jesús Orozco, estuvo acompañado por el párroco de Cúllar,  ha estado siguiendo muy de cerca la evolución del temporal y de sus efectos en la diócesis accitana, según ha informado esta en un comunicado.

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