El obispo Arizmendi: “La pastoral del cuidado del medio ambiente no es optativa”

  • El obispo mexicano considera que en todo el mundo esta pastoral debe ser obligatoria, pues está en juego la preservación de la obra de Dios
  • Lamenta que siga habiendo agentes de pastoral, sacerdotes y obispos que no le den a esta pastoral la debida importancia, “y no falta quien critique al Papa por su insistencia en que no estamos asumiendo nuestra responsabilidad ecológica”

Para el próximo domingo 1 de septiembre, el papa Francisco ha convocado al mundo católico a unirse en una Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, respondiendo así a una iniciativa del Patriarca de Constantinopla Bartolomé I.

Ante esta iniciativa, pero sobre todo de cara al Sínodo de la Amazonia al que ha convocado el papa Francisco para octubre próximo, no son pocos los católicos que se preguntan: “¿Por qué estos asuntos le interesan a la Iglesia? ¿No son algo ajeno a su misión espiritual y evangelizadora? ¿Acaso a Dios le importan estas cosas? ¿Jesús abordó estas cuestiones? ¿No se está metiendo la Iglesia en políticas de los gobiernos?”. Estas son preguntas a las que el obispo mexicano Felipe Arizmendi Esquivel responde en su artículo semanal enviado a los medios de comunicación nacionales.

El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, y quien desempeñó su ministerio episcopal durante 27 años en el estado de Chiapas, uno de los más abundantes en riquezas naturales, explica que desde antes de la Encíclica del papa Francisco Laudato si’, publicada en 2015, los asuntos climáticos ya se abordaban en la Iglesia.

De “ambientalistas” a una pastoral formal

Reconoce, sin embargo, que esta labor parecía hacerse como ambientalistas o aprendices de sociólogos, pues se hablaba del cuidado de la ‘madre tierra’, de la protección del medio ambiente, sin cimentarlo en fundamentos bíblicos y teológicos.

Recuerda que en México fue el obispo biblista Enrique Díaz, como auxiliar de San Cristóbal de las Casas, quien insistió en que se debían abordar estos asuntos a la luz de la fe cristiana.

Enrique Díaz –actual obispo de Irapuato– expuso entonces las bases bíblicas, argumentando que todo es obra del Creador, quien encomendó a la humanidad el cuidado de la creación. Con estos cimientos teológicos, y lo que ya entonces empezaba a abordar el magisterio de la Iglesia, en San Cristóbal de las Casas se originó la Pastoral de la Madre Tierra y del Cosmos. “Desde entonces, esta pastoral fue adquiriendo más y más profundidad, asumiéndola como parte de nuestra misión integral”, dijo.

Asegura Arizmendi Esquivel que a partir de la publicación de la encíclica Laudato Si’, la Iglesia ha profundizado más en la convicción de que esta pastoral no es optativa en ninguna parte del mundo, sino que es obligatoria, “pues está en juego la preservación de la obra de Dios, el cuidado de la casa común, la protección del medio ambiente, para la supervivencia de la humanidad”.

Con todo –lamentó– sigue habiendo agentes de pastoral, sacerdotes y obispos, que no le dan a esta pastoral la debida importancia, y no falta quien critique al Papa por su insistencia en que, si no asumimos nuestra responsabilidad ecológica, la degradación del medio ambiente y de la vida será cada día más catastrófica”.

“Revisemos nuestros comportamientos habituales y procuremos una conversión ecológica integral, que nos haga responsables de la toda la creación que Dios puso en nuestras manos”, pidió el obispo mexicano.

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