Las víctimas del cardenal Pell, tras la sentencia: “Espero que todo termine”

 

“Espero que todo termine”, ha expresado una de las víctimas del cardenal australiano George Pell a través de una comunicado difundido por su abogada, en el que dice sentirse “aliviada” por la resolución de la apelación del Tribunal Supremo de Victoria que ratifica la condena seis años de cárcel por abusos sexuales al ex ministro vaticano de economía.

“He arriesgado mi privacidad, mi salud, mi bienestar, mi familia. No he dado ninguna indicación a mi abogada en relación a una demanda de indemnización. No se trata de dinero y nunca lo ha sido”, señala el demandante que acudió a la justicia en 2014 tras el fallecimiento de otra víctima por una sobredosis relacionada con estrés postraumático que siempre relacionó con los abusos.

“Declaré ante la policía porque estaba pensando en esta víctima y su familia. Sentí que debía decir lo que vi y lo que me había pasado. Había experimentado algo terrible en mi infancia, y quería que saliera algo bueno de todo esto”, recuerda al echar la vista atrás sobre el coro del colegio St Patrick’s, donde sufrió los abusos por parte de Pell entre 1996 y 1997.

Con una fe que permanece

Aquella decisión fue el inicio de esta batalla legal: “No tengo la misión de causar daño a nadie. Aunque mi fe se ha visto golpeada sigue siendo parte de mi vida y de las vidas de mis seres queridos”. No en vano, el eco mediático del caso, puso a la víctima en el punto de mira de la opinión pública. En este sentido, comenta que “este viaje me ha llevado a lugares de los que, en mis momentos más oscuros, temía no regresar”.

Consciente de que la defensa del púrpurado buscará agotar todas las vías judiciales para sacar al religioso de la cárcel, la víctima se limitó a decir que “me alegra de que tenga la mejor representación legal que el dinero puede pagar”.

Lágrimas de alivio

Precisamente el padre de la víctima fallecida confesó haber llorado al escuchar el veredicto. “Nuestro cliente siempre ha dicho que no quiere que el hombre a quien considera responsable de la espiral de decadencia de su hijo y de la posterior sobredosis fatal de heroína vuelva a tener contacto con ningún miembro de la sociedad”, comunicó a través de su abogada. 

La letrada expuso a la salida del tribunal que “ha sido una espera extremadamente dura para nuestro cliente que tuvo que lidiar con la horrible idea de que se podía revocar la condena del hombre que destruyó la vida de su hijo”. Además, considera que con esta sentencia “se envía un poderoso mensaje a todos los sobrevivientes de abuso sexual. Finalmente te están escuchando”.

Solo podemos esperar que este proceso prolongado haya terminado de una vez por todas y que el caso no termine ahora en el Tribunal Superior de Australia”, confía sobre la apelación anunciada por los letrados del cardenal.

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