El encarcelado cardenal George Pell ya no es el ‘ministro’ de Economía del Vaticano

  • Así lo ha confirmado el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede tras conocerse su condena por abusos
  • Según ha podido saber Vida Nueva, el 24 de febrero concluía su mandato de 5 años, que no será renovado

El cardenal George Pell ya no es el prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano. Así lo ha confirmado el director interino de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, a través de Twitter. Según ha podido saber Vida Nueva, el pasado 24 de febrero, el prefecto concluía su mandato de 5 años al frente de las cuentas vaticanas. Por tanto, el papa Francisco no le renueva como ‘ministro’ de Economía.

El purpurado australiano fue declarado culpable ayer, 26 de febrero, por la corte australiana de Melbourne por un delito de agresión y otros cuatro cargos de abuso contra dos monaguillos de 12 y 13 años, por unos hechos ocurridos en la sacristía de la Catedral de San Patricio de Melbourne en los años 90.

El 13 de marzo, la condena definitiva

Pell acudió ayer a los juzgados para escuchar la sentencia. De allí salió detenido, después de que revocaran la libertad bajo fianza de la que gozaba. “Este delito justifica el encarcelamiento inmediato”, dijo el fiscal Mark Gibson en una sala de audiencias abarrotada por periodistas, abogados y miembros del público. “Se trataba de dos niños vulnerables”, añadió. Así, el cardenal pasará hoy su primera noche en prisión.

Mientras los abogados de Pell preparan el recurso de apelación, le presentaron al juez diez declaraciones escritas en defensa de la inocencia del purpurado, incluidas una del ex primer ministro australiano John Howard. “Ninguno de ellos cree que es capaz de esto”, dijo el letrado Robert Richter. Sin embargo, el juez Peter Kidd desestimó esta petición y el próximo 13 de marzo anunciará la condena que impondrá al prelado que se enfrentaría a diez años de cárcel por los cinco cargos por los que fue declarado culpable.  El cardenal fue recibido con gritos y abucheos a su entrada en los tribunales. “¡Eres una basura, eres diabólico, eres un monstruo!”, le increparon.

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