Tras su reciente victoria electoral, el primer ministro Narendra Modi juró el pasado 30 de mayo para un segundo mandado al frente de India. Un ciclo en el que el dirigente se hará acompañar, entre otros, por Amit Shah, anterior presidente del Parlamento y, desde ahora, ministro del Interior. ¿Qué significa esto para minorías religiosas como la cristiana? Por el carácter profundamente nacionalista hindú de su partido, el Bharatiya Janata Party (BJP), no se puede esperar un tiempo esperanzador.
Así lo denuncia AsiaNews, que se hace eco de un informe de la Alianza en Defensa de la Libertad, radicada en Nueva Delhi, y en el que se denuncia que, si en 2018 el promedio de casos de violencia contra los cristianos en India fue de 20 al mes, en lo que va de 2019 la cifra se sitúa en 30; es decir, uno al día.
Trabas y amenazas
En declaraciones a Vida Nueva, la misionera Teresa (pide no dar más datos sobre su identidad por motivos de seguridad) no duda en reconocer que “no es una buena noticia para los cristianos ni para otras minorías. Especialmente para los cristianos de Jharkhand, en Odisha, donde hay una mayoría de tribus y son muchos los cristianos. Estamos en el punto de mira del Gobierno de Modi. Están mirando con lupa a todas las asociaciones cristianas y cerrando centros (incluidos los que tenemos gracias a las contribuciones de otros países) de la mayoría de congregaciones. Nos piden todo el papeleo una y otra vez y nos acusan de convertir a la gente, cuando son ellos los que están amenazando aldeas de aquí para que se hagan hindúes. Les dicen que, si no se convierten, les quitarán el agua y la electricidad. Además, pagan a líderes en las aldeas para dividir y malinterpretar. Finalmente, meten en la cárcel a sacerdotes y religiosos por nada, cuando los responsables son otros”.
Como percibe esta religiosa, “Modi no escucha a nadie ni deja hablar”. Y eso que sobre él pesan sospechas que van más allá… “Ahora se está protestando por las máquinas para votar empleadas en las últimas elecciones. Muchas estaban trucadas, los votos contados no coinciden con el dato de los participantes. Se le pidió a la Comisión Electoral que las votaciones se hicieran con papeletas, pero la excusa que dieron es que no tenían tiempo de imprimirlas. Hay mujeres que se han quejado de que algunos hombres votaron por ellas a BJP”. Por si fuera poco, “a muchos cristianos que hicieron su aplicación para obtener la tarjeta de votar no se les dio, con lo cual no han podido votar… Hay montones de detalles que reflejan que se saltan la Constitución como quieren, pero nadie denuncia”.
También atacan a los musulmanes
“La rama RSS, afiliada a BJP –añade–, es la mas radical. Es muy violenta, está matando a musulmanes solo por tener negocios de vacas. Pero nadie dice nada, porque Modi no ve, no oye y no dice nada sobre los que le hacen el trabajo sucio… Así que aquí estamos pendiendo de un hilo. Todos los cristianos están rezando para que Modi no destruya la India multicultural y tolerante que ha sido hasta ahora”. Y es que, “aunque el primer ministro da muy buena imagen fuera del país, la realidad es que tiene claro que quiere una nación que hable Hindi y que sea hindú, pese a que muchos hindúes están en su contra”.
Esta revista también ha tenido acceso a otra fuente eclesial interna, aunque prefiere preservar su identidad por motivos de seguridad. “El deseo –detalla– expresado por Modi y por los miembros del RSS es que India se llame Indostán. Una tierra con una única lengua, el hindi,y una única religión, el hinduismo. Por eso no quieren que haya musulmanes ni cristianos en India”. “Yo les digo a mis candidatas –concluye esta fuente– a la vida religiosa que hemos de estar preparadas para el martirio si queremos dar testimonio de nuestra fe”.
