José Luis Azuaje: “San Romero es el guía de nuestro caminar en el servicio de la caridad por los más pobres”

  • El presidente de Cáritas América Latina y el Caribe anima al pueblo de Dios a seguir trabajando “sin pensar en recompensas” 
  • A partir de ahora “todos los días podemos invocarlo como San Romero, ruega a Jesús por nosotros”, señaló el arzobispo venezolano
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José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela

Cáritas América Latina y el Caribe se une al júbilo por la reciente canonización de Oscar Arnulfo Romero. Así lo ha expresado su presidente, José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo (Venezuela): “es un día de fiesta, de alegría, pero también de constatar que la oración tiene eficacia porque durante varios años anhelábamos que llegara este momento”, porque a partir de ahora “todos los días podemos invocarlo como San Romero, ruega a Jesús por nosotros”.

El prelado ha manifestado, además, que es “una dicha tenerlo como copatrono de Cáritas Internationalis, pero sobre todo como guía en nuestro caminar en el servicio de la caridad, porque de lo que estamos seguros es que nos acompaña, nos da fortaleza, nos anima a ser testigos del crucificado en el obrar diario ante el sufrimiento de nuestros pueblo, pero también nos muestra la Pascua hacia la resurrección”.

Contemplar a Dios en el ministerio de Romero

Acerca del primer arzobispo mártir de América por odio a la fe, el presidente de Cáritas América Latina y el Caribe aseguró que en san Romero de América, ahora san Romero del mundo,  pudiéramos contemplar la santidad de Dios en el rostro, las palabras, las acciones y el ministerio de este hombre de Dios”. 

“En este tiempo de tantas dificultades para nuestra región, pidamos a Dios que nos conceda la entereza y entrega que tuvo san Romero en defensa del pueblo pobre, en la promoción de la dignidad de toda persona. Que él acompañe a todos en el servicio a los más necesitados”, agregó.

Para dar frutos hay que ser sembrados

En un llamamiento a un trabajo pastoral con compromiso y entrega “sin pensar en recompensas, sin retribuciones, sino solo por amor, anhelando la verdad y la justicia”, recordó las palabras del ahora santo en las que “nos enseña que para dar frutos hay que ser sembrados, que desde la semillita más insignificante Dios saca un gran arbusto”.

Finalmente el arzobispo señaló que “no podemos quitarle la obra a Dios, sino colaborar con ella para que se haga presente el Reino de Dios” como un anhelo ferviente “en nuestro corazón como lo fue en el de San Romero”. 

“Mayores retos y desafíos tenemos hoy en nuestra realidad, mayor fortaleza y constancia nos da Dios en nuestros santos. Adelante siempre y que san Romero nos acompañe”, puntualizó.

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