“No están dadas las condiciones para realizar este emprendimiento”.

Los obispos de la Patagonia argentina se pronunciaron en contra de la posible instalación de una planta nuclear en la provincia de Río Negro.

“No están dadas las condiciones para realizar este emprendimiento”.

Distintas miradas existen sobre la Patagonia. Está aquella que alaba su paisaje desértico, ventoso, helado, con hielos y nieve, con gente sencilla y solidaria. Hay otras que valoran esta tierra por lo ancestral, con habitantes originarios y una naturaleza salvaje caracterizada por la aridez y el frío de la región. Una región única en el planeta, compartida por los sures de Argentina y de Chile.

Sin embargo, la Patagonia también ha sido protagonista de diversos relatos en la historia moderna. Desde una mirada eclesial, las biografías de Juan Bosco cuentan que el santo italiano ha soñado a este territorio y, fruto de esos sueños, fueron la llegada de los primeros misioneros salesianos a la Argentina. Si bien se asentaron primero en Buenos Aires, el destino último de estos religiosos fieles y aventureros fue la Patagonia. Muchos de los pueblos y las calles llevan el nombre de estos primeros salesianos.

Pero también hay relatos sobre la Patagonia que ponen énfasis en el salvajismo humano. Como la Campaña del Desierto (1833-1834), la Conquista del Desierto (1878-1885).

Hoy, el pueblo mapuche –los únicos originarios que quedaron– son perseguidos por latifundistas –un asedio histórico– que están muy interesados en hacerse de estas tierras por diversos motivos: turísticos, agrícola-ganadero, inmobiliario, industrial. Quizás el caso que más trascendió en estos días fue el de la detención del lonko Facundo Jones Huala.

En resumen, hoy la Patagonia sigue siendo un hermoso destino turístico inmerso en conflictos sinfín con los originarios y con la naturaleza. Frente a toda esta incertidumbre, desde hace algunas semanas se ha instalado un tema que genera intranquilidad y preocupación en los ciudadanos patagónicas, especialmente de la provincia de Río Negro: avanza el acuerdo entre los gobiernos nacional y provincial para la construcción de una central nuclear en territorio de esta provincia.

Invitación al diálogo

Patagonia Obispos

Un grupo de obispos de la Patagonia-Comahue

En el encuentro de mitad de año que reúne a los obispos de la Patagonia –esta vez en Neuquén–, los prelados se expresaron sobre la instalación de la planta nuclear en la Patagonia. “Lo hacemos en el espíritu que nos señala el papa Francisco en la Laudato si’: la Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas, ni sustituir a la política, pero sí invitar a un diálogo y debate honesto y trasparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común (cf. LS 188)”, afirman en un comunicado.

En seguida, aseguran reconocer: “la necesidad que tiene el país de más energía eléctrica”, “la oportunidad laboral que brindará esa planta”, “la urgencia de generar otros tipos de energía que no emita gases de efecto invernadero” y “los insumos médicos que se obtienen”. Pero al mismo tiempo, los obispos patagónicos consideraran puntos en contra: “produce residuos radioactivos peligrosos por mucho tiempo”, “implica un costo muy alto”, “las consecuencias de una falla o accidente son gravísimas e irreparables”, “la poca confianza en la efectividad de los controles”.

En este comunicado, los 13 obispos de la Patagonia (entre titulares, auxiliares y eméritos) denuncian: “Este emprendimiento surgió al margen del conocimiento de la mayoría de los ciudadanos. En una cuestión de tanta trascendencia ningún gobierno debe decidir cerrándose en un círculo restringido. Como pastores de la región Patagonia–Comahue expresamos nuestra postura: consideramos que hoy no están dadas las condiciones para realizar este emprendimiento”.

“Es imprescindible que en todo emprendimiento en la Patagonia –reclaman–, actual o futuro, se tenga en cuenta la protección de los habitantes y el cuidado de la casa común”.

No es claro por parte del Gobierno argentino qué intereses hay detrás de esta planta nuclear, lo que se sabe con certeza es que no prima ningún interés por cuidar el medio ambiente ni a la gente del lugar. Para pensar

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