Tribuna

Nuestra Señora de Lourdes: un llamado a la sanación completa

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La devoción a Nuestra Señora de Lourdes ha sido un faro de esperanza desde sus primeras apariciones en 1858 a Bernardita Soubirous, una humilde joven campesina de los Pirineos franceses. Este pequeño pueblo, desconocido hasta entonces, se convirtió en un lugar de gracia, donde el mensaje de la Virgen María sigue invitándonos a buscar sanación y plenitud espiritual en cualquier momento de nuestras vidas.



Las apariciones: Una conexión entre lo divino y lo humano

El 11 de febrero de 1858, Bernardita Soubirous tuvo un encuentro que cambiaría su vida y la de millones de personas. En la gruta de Massabielle, contempló a una ‘Señora vestida de blanco’, resplandeciente de paz, quien más tarde se reveló como la Inmaculada Concepción.

 

Nuestra Señora de Lourdes

Nuestra Señora de Lourdes. Foto: Oficina de Turismo de Lourdes

En una de las 18 apariciones, la Virgen le pidió: “Vayan, beban de esta fuente y lávense en ella”. Bernardita, desconcertada, cavó en la tierra con sus propias manos y encontró un manantial que desde entonces se ha convertido en símbolo de milagros y sanaciones. Más de 70 curaciones han sido oficialmente reconocidas por la Iglesia, pero incontables testimonios de transformación física, emocional y espiritual refuerzan que Lourdes es un santuario de esperanza y fe.

Un mensaje vigente: Sanar el cuerpo, la mente y el espíritu

El llamado de Lourdes resuena hoy con más fuerza. En un mundo donde la ansiedad y las enfermedades nos afectan profundamente, la invitación de la Virgen a beber de la fuente nos recuerda que la verdadera sanación comienza en el corazón: es un llamado a dejar atrás el resentimiento, el miedo y las cargas emocionales, para abrirnos al amor infinito de Dios.

Una invitación a la oración: La novena a Nuestra Señora de Lourdes

En fechas cercanas a su fiesta, o en cualquier momento del año, estamos invitados a rezar la novena a Nuestra Señora de Lourdes, disponible gratuitamente en Hozana, pidiendo por una sanación completa del cuerpo, alma y espíritu, confiando en que la Virgen María, con su amor maternal, nos colmará de gracias.

Oremos juntos: “Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros“.

 

*Artículo redactado por Sharael Sánchez, del Equipo Hozana.