Tribuna

León XIV, altavoz de la justicia social para la Pastoral Hispana en Estados Unidos

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Líderes de más de 65 diócesis y organizaciones hispanas que representan a millones de católicos hispanos en los Estados Unidos, participaron del Jubileo de los Migrantes este mes de octubre.



Estos más de cien líderes de la Pastoral Hispana encarnan las desgarradoras historias de la migración de América Latina a los Estados Unidos, las mismas que millones de hispanos viven día a día con la esperanza de un futuro mejor para sí mismos y para sus familias. Tal es el caso de Linda Arreola, quien es gerente de Vinculación y Apoyo a la Comunidad Hispana en Catholic Relief Services. “Cuando llegué al Vaticano -relata- pensaba, cómo es posible que una hija de braceros haya llegado hasta aquí”, mientras comparte su historia de migración de cuando era niña.

Esta peregrinación no solo representaba una gran oportunidad para unir esfuerzos y proponer soluciones a la compleja situación que millones de católicos hispanos viven en los Estados Unidos, sino también un llamado de auxilio al Santo Padre ante las políticas migratorias que se viven en el país.

Sin descanso

Es por ello que la presidenta del Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano, NCCHM, por sus siglas en inglés, Elisabeth Román -quien convocara a los ya mencionados líderes- buscara fervientemente la oportunidad de encontrarse con el Papa León XIV. Sin éxito durante meses, Elisabeth no dejó de orar ni tampoco se rindió. “Ante todas las respuestas negativas sobre nuestro encuentro con el Santo Padre yo siempre respondía que no puedo obtener un no por respuesta”, comparte para Vida Nueva y continúa: “Yo hacía énfasis en que nuestro encuentro con el Papa no sería solo una oportunidad sino más que nada un milagro”.

Elisabeth Román, presidenta del Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano de EEUU

Elisabeth Román, presidenta del Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano de EEUU (NCCHM) saluda al papa León XIV

Por meses Elisabeth Román no dejó de enviar cartas a innumerables despachos. También visitó oficinas del Vaticano para hablar sobre la situación de los hispanos, incluyendo en sus encuentros a Vatican News, medio oficial de la Santa Sede, solicitando que el Papa pudiese reunirse con los líderes que representan a la pastoral hispana de la Iglesia en Estados Unidos.

La esperada llamada

Fue así, que sin haber recibido respuesta, a un día de culminar la peregrinación de los líderes del Consejo Nacional para el Ministerio Hispano, al finalizar la Santa Misa del Jubileo de los Migrantes en la Plaza de San Pedro, sucedió lo inesperado: “¡Recibí una llamada de la Policía del Vaticano! -relata Elisabeth-. Lo primero que pensé fue que alguien de nuestra peregrinación había hecho algo malo o que alguien tenía un problema!” -cuenta emocionada Elisabeth, y continúa: “La Policía me solicitaba información, y yo no sabía qué estaba pasando. ¿Es usted Elisabeth Román?, me preguntaban reiteradamente, a lo que respondía que sí -recuerda Elisabeth- Entonces vino lo inesperado -agrega-: ¡me confirmaban que nuestra peregrinación tenía una audiencia privada con  el Papa León XIV el 7 de octubre, el último día de nuestra peregrinación!”

Palabras de esperanza

Hablando en español, frente a frente -uno a uno-, el Santo Padre compartió un mensaje de esperanza, que llenó a los líderes hispanos de confianza y una profunda paz, haciéndoles saber que no están solos, que está con ellos.

León XIV, durante el encuentro con los responsables de la Pastoral Hispana en Estados Unidos

León XIV, durante el encuentro con los responsables de la Pastoral Hispana en Estados Unidos

“¿En inglés o en español?” -comenzó preguntando el Papa León. “¡En español!”,  gritaron los casi 100 líderes de la pastoral hispana de Estados Unidos. A continuación el Santo Padre les dirigió las siguientes palabras:

“Buenas tardes. Bienvenidos a Roma, el lugar del martirio de San Pedro. En este año Santo, que es Año de Esperanza, los saludo muy brevemente. Es una alegría poder encontrarme con todos ustedes. Y dar una bendición. Tienen en sus manos una tarea muy grande, que es acompañar a las personas que realmente necesitan profundamente una señal de que Dios jamás abandona a nadie. (Ama) al más pequeño, al más pobre, al extranjero, a todos. Y ustedes, en el servicio que ofrecen en la pastoral, son claramente ese testimonio que es tan importante, quizás especialmente en Estados Unidos, pero (también) en todo el mundo. Un mundo que sufre tanto por la guerra, por la violencia, por el odio, y nosotros, como seguidores de Jesús, como discípulos, queremos también vivir el Evangelio.  ¡Gracias por todo lo que ustedes hacen!. Que Dios les bendiga, que les fortalezca y que sus corazones siempre estén llenos de fe y de esperanza, para poder compartir con los demás esa señal que es fruto de verdad, de la gracia de Dios, del amor de Dios para con todos ustedes”.

Misión por delante

Después de compartir este mensaje, el Santo Padre bendijo a los líderes hispanos y juntos  rezaron el Padrenuestro y un Ave María. Posteriormente el Papa León saludó de forma personal y con profundo afecto a cada uno de los presentes.

“Nuestro último día en el Vaticano y este maravilloso encuentro con el Santo Padre, representa el verdadero inicio de nuestra peregrinación, en la Iglesia en los Estados Unidos. Con la bendición del Papa, continuamos nuestra labor”, concluye Elisabeth Román, llevando junto a todos los peregrinos del país, la misión de ser luz y esperanza de justicia social y plena dignidad para los hispanos que viven en Estados Unidos.