Tribuna

El retorno de los principios y valores a la Casa Blanca

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Pocas veces una toma de posesión y el inicio de una nueva presidencia en Estados Unidos ha suscitado tal atención. El escenario actual trasciende la cuestión ideológica; tiene una carga de profundidad mayor. Nos remite a la recuperación de un marco ético que reconecte a la política con la sociedad y a esta con un discurso radicalmente distinto al que ha contaminado al país durante estos cuatro últimos años.



Biden, el segundo presidente católico tras el malogrado Kennedy, tiene unas profundas convicciones morales que pretende impregnar a su mandato. La cita de ‘La ciudad de Dios’ de san Agustín en su discurso le permitió recordar los objetos (valores) comunes del pueblo estadounidense. Los dos primeros constituyen la esencia de los padres fundadores (oportunidad y seguridad) mientras que los otros aluden a los derechos humanos básicos (libertad, dignidad, respeto, honor) y, por último, “la verdad”, recalcó Biden. Todos han sido socavados y necesitan ser reparados.

Medidas de urgencia

Estados Unidos es un Estado muy joven, cuya carácter multicultural y su mixtura étnica le otorgan una riqueza inmensa caracterizada por su proyección al mundo. Las primeras medidas de urgencia adoptadas apuntan hacia esa reparación: ciencia frente a falacia (diversas medidas contra el Covid-19), retorno al multilateralismo y a la cooperación internacional (Acuerdo de París, OMS), alivio hacia los inmigrantes (eliminación del veto musulmán, stop al muro con México y a la deportación exprés de diferentes colectivos), medidas sociales para paliar las consecuencias de la crisis económica (ampliación de la moratoria en alquileres e hipotecas, créditos estudiantiles), eliminación de medidas discriminatorias por razones de identidad sexual, compromiso ético de los cargos de confianza y restauración de la verdad (eliminación de la Comisión 1776, responsable del revisionismo histórico de la esclavitud).

Biden ha comenzado a restañar los daños de una sociedad herida y fragmentada. Si recordamos las propuestas realizadas por Francisco en ‘Fratelli Tutti’, el recorrido recién iniciado por la presidencia de Biden incorpora a la acción de gobierno, en buena medida, la agenda de valores y principios trazada en la misma. La tarea será compleja, pero la potente determinación acompañará al intento de consecución de un objetivo esencial: la construcción de una comunidad internacional más justa con un liderazgo ético.