Editorial

Ante el Sínodo de 2019: los nuevos rumbos de la Amazonía

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El anuncio de un Sínodo Especial Panamazónico para octubre de 2019 supone una concreción de la encíclica Laudato si’ a favor del cuidado de la casa común, que pasa por una ecología integral que va más allá de un mero cuidado altruista de la naturaleza, para convertirse en un compromiso pastoral inexcusable para la Iglesia.

Francisco invita a poner la mirada en el pulmón del planeta más amenazado para redoblar el compromiso frente a la explotación de los recursos y la vulneración de los derechos de quienes lo habitan. Una acción eclesial que no se justifica desde el mero altruismo, sino que nace en las primeras líneas de la Sagrada Escritura y que adquiere sentido pleno en el Crucificado, que en la Amazonía tiene rostro de indígena, el de los 30 millones de personas que viven en esta región.

Pero el recorrido de este Sínodo no se agota ahí, en tanto que el tema aborda “los nuevos rumbos de evangelización en la Amazonía”. Afrontar este desafío implica ahondar en la necesidad de replantearse el horizonte y las herramientas de la misión de la Iglesia.

Responder a los signos de los tiempos presupone unos oídos abiertos allí donde se requiere ahondar aún más en el desarrollo de una liturgia que se inculture en las raíces indígenas. Allí donde se ha de abordar la apuesta por un clero amazónico. Allí donde miles de cristianos se sostienen sin la presencia del presbítero. Allí donde urge confianza en unos laicos que ya son signo de fidelidad y coherencia como ministros de la Comunión y la Palabra. Allí donde se tiene que afrontar con madurez la cuestión de los viri probati, esos hombres casados con fe demostrada para presidir la eucaristía.



Esta cuestión ministerial no puede ni debe despacharse con un “sí” o un “no” cargado de argumentos en abstracto. Tampoco se trata de poner en jaque el celibato sin más. Abordarlo exige profundidad en el análisis, amplitud de miras y serenidad en un debate que no se anquilose en la tradición o en parches laicales.

La impronta asentada en el Sínodo anterior ha dejado patente que, independientemente de la resolución final, no hay temas tabú dentro del aula. Tampoco postulados precocinados. La dinámica ahora es otra: escuchar y dejar escuchar las voces de los implicados como punto de partida para un diálogo sincero.

En este contexto, el Papa ha demandado “propuestas valientes”. Desde la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) saben que solo desde la audacia se puede defender a los indígenas y su tierra frente a las amenazas políticas y económicas; que solo desde la creatividad se puede impulsar la pastoral de estas comunidades. Solo en esta dinámica de valentía, el Sínodo podrá buscar esos “nuevos rumbos” que reclama en su convocatoria.


A FONDO [SOLO SUSCRIPTORES]

  • Reportaje: ¿Un nuevo ministerio para la Amazonía? Por Óscar Elizalde Prada
  • Entrevista: Cláudio Hummes, cardenal y presidente de la REPAM: “Que los índigenas vuelvan a ser sujetos de su historia”. Por Ó. Elizalde
  • Opinión: ¡Un Sínodo para la Panamazonía! Por João Gutemberg. marista, representante de la CLAR ante la REPAM
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