¿Se parece Pedro Sánchez a Jesucristo?


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No son pocos los que dicen que Pedro Sánchez debería dimitir y convocar elecciones, si no por las políticas que está llevando a cabo, sí al menos por el hecho de sus malas decisiones a la hora de escoger colaboradores: eligió a José Luis Ábalos y a Santos Cerdán como los dos últimos secretarios de Organización de su partido, y a Francisco Salazar como adjunto a la Secretaría de Organización antes del último Comité Federal del PSOE. Y todos sabemos cómo han acabado estas tres personas.



Algunos piensan que a Jesús le sucedió algo parecido. En broma se suele decir que Jesús, como director de recursos humanos, no tenía precio, ya que eligió a doce apóstoles que acabaron abandonándole. Entre ellos, dos especialmente significativos. Uno, Judas, que fue el que lo traicionó. El Nuevo Testamento recoge dos tradiciones sobre su muerte; una, por suicidio: “Entonces Judas, el traidor, viendo que lo habían condenado [a Jesús], se arrepintió y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y ancianos, diciendo: ‘He pecado entregando sangre inocente’. Pero ellos dijeron: ‘¿A nosotros qué? ¡Allá tú!’ Él, arrojando las monedas de plata en el templo, se marchó; y fue y se ahorcó” (Mt 27,3-5).

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (c), preside la reunión

Hay otra versión de la muerte de Judas que se recoge en el primer discurso de Pedro en los Hechos de los Apóstoles: “Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, el que hizo de guía de los que arrestaron a Jesús, pues era de nuestro grupo y le cupo en suerte compartir este ministerio. Este, pues, adquirió un campo con un salario injusto y, cayendo de cabeza, reventó por medio y se esparcieron todas sus entrañas” (Hch 1,16-18).

Mala elección

El otro discípulo importante en cuanto a la defección de Jesús fue Pedro, que le negó tres veces. En este caso, el discípulo no acaba como Judas, sino que es recuperado por Jesús resucitado, ya que las tres negaciones de Pedro de conocer a Jesús en el patio de la casa del sumo sacerdote Anás (Jn 18,15-27) se corresponden con las tres declaraciones de amor al Maestro en Jn 21,15-17: “‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas?’ […] ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero’”.

Me parece que las semejanzas entre Pedro Sánchez y Cristo no van más allá de su mala elección de colaboradores. La diferencia es que mientras Jesús supo aprovechar la traición humana y transformarla –la cruz forma parte de la salvación–, el encastillamiento de Sánchez pone de relieve su personalidad y el valor de sus ideales (si es que los tiene).