Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Los problemas de tener una España vaciada


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Siguiendo con la anterior entrada de este blog, vamos a analizar por qué tener una España vaciada puede ser un problema para nuestra sociedad. En primer lugar esta realidad supone un país con unos grandes desequilibrios territoriales. Las diferencias entre unas zonas y otras del mismo país son abismales. Mientras que algunas zonas tienen una gran cantidad de servicios accesibles a la población y muchas posibilidades de todo tipo, otras carecen de los servicios más esenciales.



Esto produce un gran problema de desigualdades entre las personas que viven en unas zonas y otras. Diferencias que podrían llevarnos a afirmar que no todas las personas gozan de las mismas posibilidades según en el lugar en el que habitan. Esto nos lleva a dos dinámicas paralelas pero que pueden considerarse igualmente perjudiciales.

Por un lado está la dinámica negativa de la despoblación. Es decir, de esos lugares en los que hay pocas personas, poco movimiento económico y cada vez menos recursos. Ello conlleva una dinámica negativa de vaciamiento de población que cada vez hace que haya menos personas allí viviendo. A menos personas, menos servicios, menos economía y cada vez menos habitantes. Se entra en una espiral negativa desde el punto de vista poblacional.

La dinámica que corre paralela a esta es la de la sobre-población. En los lugares en los que más personas hay, cada vez hay más posibilidades de ganarse allí la vida, se articulan y se proveen un mayor número de servicios para que puedan vivir allí, y cada vez esos lugares se van poblando más y más con los problemas de sobre-población que esto puede generar.

Desigualdades territoriales

Estas dinámicas conllevan un modelo económico y geográfico poco sostenible desde el punto de vista ecológico. La producción cercana al lugar de consumo se dificulta debido a las grandes concentraciones de personas en los núcleos urbanos más grandes y es necesario contar con grandes industrias, explotaciones e infraestructuras de transporte para hacer llegar los productos desde los lugares en los que se fabrican a los lugares en los que se consumen.

Las grandes concentraciones de personas producen grandes traslados a la España vaciada para escapar de la presión de la gran ciudad, lo que genera a su vez más contaminación. La despoblación y la sobre-población y las macro-urbes son dos caras de la misma moneda que producen desigualdades territoriales y personales que generan inequidad y falta de sostenibilidad en el modelo.

Pero ¿qué elementos debemos tener en cuenta para realizar propuestas que mejoren esta situación? En las próximas entradas hablaremos de estas cuestiones.