Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Las necesidades sociales


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La semana pasada hablábamos de las necesidades básicas como una de las partes esenciales de lo suficiente. Pero estas no son las únicas necesidades que tenemos las personas. Sin cubrirlas es evidente que se dificulta enormemente la posibilidad de la vida, por ello son la base de toda nuestra vida. Ahora bien, también hay otros bienes y servicios que necesitamos, no para sobrevivir, sino para llevar una vida digna en el entorno en el que nos encontramos. 



La educación, el ordenador, en móvil, un automóvil… Son bienes y servicios sin los que se puede sobrevivir, muchas personas lo han hecho a lo largo de la historia y muchas seguirán haciéndolo, pero las precisamos para llevar una vida digna en nuestro entorno.

Estas necesidades para la vida digna tienen varias características que vamos a desglosar para conocerlas mejor. En primer lugar no vienen determinadas por nuestra supervivencia sino por la sociedad en la que vivimos. Es decir, es la organización comunitaria la que nos obliga, de alguna manera, a tenerlas o a disfrutarlas si queremos vivir de una manera digna en el entorno en el que estamos.

Por ello son diferentes según el lugar y la época en las que habitamos, según la edad que tengamos o según nuestra ocupación. No tiene las mismas necesidades quienes vivan en una gran ciudad que quienes vivan en un campo, quien esté en un país africano que quien esté en uno escandinavo, quien tenga 60 años que quien tenga 20 y esté estudiando en la universidad…

A pesar de que son diferentes para distintas personas, estas necesidades son objetivables porque no dependen de ellas sino de la organización social. Ninguno de nosotros hemos hecho nada por necesitar un ordenador, de hecho, las personas de mi edad no lo necesitábamos cuando éramos jóvenes, pudimos estudiar y formarnos a la perfección sin ellos. Ahora, sin embargo, aquellos que quieren hacer lo mismo que nosotros, precisan de todos estos bienes para hacerlo. Se trata de necesidades objetivas, que podemos fijar y conocer para los distintos lugares y personas.

Configurar nuestro mapa

La tercera característica de estas necesidades es que también son limitadas. Podemos necesitar un ordenador, pero no precisamos de varios. La cuantía de esta necesidad es siempre limitada. Por ello es posible cuantificarla en cada lugar y para cada franja de edad. La clave de estas necesidades es qué estamos haciendo como sociedad ¿incrementamos las necesidades sociales, las mantenemos o las reducimos a lo largo del tiempo?

Es decir, como comunidad ¿apostamos porque cada vez se necesiten más cosas y por lo tanto más ingresos para tener una vida digna? ¿O facilitamos las cosas para que la vida sea más sencilla y con menos podamos tener una buena vida sin precisar unos ingresos elevados? Esto no es algo irremediable porque somos la comunidad la que vamos configurando este mapa de necesidades en una u otra dirección.