La conversión pastoral en Latinoamérica


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En el marco de la XXXV Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), presentó una importante conferencia el cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos. En esa oportunidad el cardenal, no se limitó a un saludo protocolar sino que desarrolló una significativa reflexión sobre diversos temas entre los cuales subrayó la importancia y urgencia de una “conversión pastoral”.

Siguiendo el magisterio del papa Francisco Ouellet recordó que “si el Papa mismo afronta “la conversión del papado”, cuando nos invita a una “conversión pastoral” no podemos solo desviar esta invitación hacia una conversión de las estructuras eclesiásticas”, se trata de algo más profundo, de una conversión que debe vivirse “con la viva conciencia de la prioridad de una reforma espiritual que vaya suscitando actitudes y comportamientos virtuosos, marcados por el Evangelio”.

La expresión “conversión pastoral” se refiere a un tipo de conversión específica que no puede diluirse en un genérico llamado a la conversión que alcanza a todos los hijos de la Iglesia. Aunque parezca un juego de palabras conviene recordar que la “conversión pastoral” se refiere a la “conversión de los pastores” y de aquellos que los acompañan en sus tareas pastorales. Se trata de un profundo replanteo que alcanza a todos aquellos que de una manera u otra tienen responsabilidades de conducción en la Iglesia.

Quizás sea conveniente recordar que el origen de la palabra “conversión” se remonta al griego “metanoia”. “Meta” indica cambio, “noia”, indica conocimiento, se trata de un cambio del “lugar desde el que se conoce”, o para decirlo más sencillamente un “cambio de punto de vista”. Pero no se refiere a un cambio cualquiera de opinión sino a abandonar el propio punto de vista para mirar las cosas desde donde las mira Dios. Por eso “metanoia” implica un cambio profundo de vida y mentalidad. De esta manera “conversión (o metanoia) pastoral” es una invitación a mirar la actividad pastoral desde la mirada de Dios, y no desde otra mirada humana que consideramos mejor adaptada a los tiempos o las circunstancias.

La conversión de San Pablo, de Luca Giordano

La conversión de San Pablo, de Luca Giordano

 

Tradicionalmente la llamada “conversión de San Pablo” se convirtió en un modelo de toda conversión. La escena que nos muestra a Saulo de Tarso derribado del caballo está cargada de detalles con un fuerte contenido simbólico. El caballo representa poder, estatus social, fuerza. Quien avanza a caballo mira desde lo alto y puede atropellar. La imagen evoca prepotencia y capacidad de imponerse por la fuerza. Saulo, al avanzar a caballo, está mirando a los discípulos de Jesús “desde arriba”, pero al ser derribado escucha la voz que le pregunta: “¿Por qué me persigues?”. En ese momento, Saulo ve las cosas desde otro lugar y comienza a caminar, hasta su nombre cambia y se convierte en Pablo. Al nuevo apóstol le aguarda un largo camino, pero la conversión ocurre en un instante, es en el preciso momento en el que ya no está montado sobre su caballo cuando puede ver la realidad desde “el punto de vista” de Jesús.

La esterilidad de palabras e iniciativas

El Cardenal Ouellet les recordó a los obispos latinoamericanos las palabra de Francisco al episcopado italiano “hermanos, si nos alejamos de Jesucristo, si el encuentro con Él pierde frescura, terminamos por tocar con la mano la esterilidad de nuestras palabras e iniciativas” (19 de mayo de 2014); y también el texto de ‘Evangelii gaudium’: “Sin momentos detenidos de adoración, de encuentro orante con la Palabra, de diálogo sincero con el Señor, las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos debilitamos por el cansancio y las dificultades, y el fervor se apaga”(n. 262).

En su XXXV Asamblea General Ordinaria el CELAM renovó sus autoridades. La Iglesia latinoamericana continúa así su camino marcado por inolvidables hitos: Medellín, Puebla, Aparecida y muchos otros. Como también recordó el Cardenal Ouellet: “No obstante todos los problemas de América Latina, que carga con desigualdades estridentes, violencias desatadas, tentaciones autocráticas, de este continente quiso la Providencia de Dios que fuera escogido el sucesor de Pedro”.