Presidente general de JEC

Juventud por el clima


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“Somos la primera generación en sufrir los efectos del cambio climático y la última que puede hacer algo para enfrentarlo”. Es una urgencia y nos jugamos mucho.

Es sorprendente cómo el ser humano ha sido capaz de aumentar la temperatura de todo un planeta y lo que eso conlleva. Es sorprendente la sobreexplotación de recursos por las grandes empresas para crear grandes fortunas y que las personas más ricas puedan vivir cómodamente a costa del planeta y de las más pobres. Contaminación del aire, mares y océanos, pérdida de biodiversidad… y todo en la casa que nos soporta y lleva haciéndolo durante miles de años.

Fridays for future

¿Para qué voy a ir a clase y formarme para un futuro que no existirá? Con esta pregunta, Greta Thunberg llama a la Huelga Internacional de Estudiantes por el Clima este 15 de marzo.

Los más escépticos criticarán las pocas ganas de estudiar de la gente que convoca dos huelgas seguidas, pero es que los pilares de nuestra supervivencia están en peligro, la mujer y el clima necesitan una manifestación conjunta, global y urgente que nos lleve a cambiar las reglas de nuestro actual sistema.

Greta, con 16 años, ha revolucionado el mundo con sus duras palabras y reflexiones que, desde la libertad que solo tienen los jóvenes ha abierto los ojos a millones de personas en todo el mundo. Lo que comenzó con una sentada frente al Parlamento de Estocolmo ante las elecciones para reclamar justicia climática, se ha convertido en una revolución climática mundial. A España ha llegado hace unas semanas, y ya fueron cientos de jóvenes los que se juntaron hace dos viernes para exigir al Estado que declare la emergencia climática.

“Pensé que, si todo era cierto, no hablaríamos de otra cosa. Nada más encender la televisión o la radio se estaría hablando… como si estuviéramos en una guerra mundial. Pero nadie habla de esto”; “Blanco o negro, no hay áreas grises cuando se habla de supervivencia… tenemos que cambiar”; “Tenemos los hechos y las soluciones, debemos despertar y cambiar”; “Nadie está actuando como si estuviéramos en una crisis”, son algunas de sus reflexiones

Aspirar a 1,5º significaría reducir significativamente los impactos del clima. Estamos a tiempo, tenemos unos 12 años para hacer historia y dejar un mundo habitable, pero el sistema tiene que cambiar, no valen acciones aisladas, estamos ante un problema estructural. Debemos cambiar nuestra manera de entender el mundo, las ciudades en las que vivimos, cómo nos relacionamos y nos movemos.

Creo que está surgiendo algo que cambiará el rumbo de nuestra historia. Llega desde las generaciones más jóvenes, y piden a los mayores que escuchen y ayuden. Yo, dentro de 40 años quiero explicar este movimiento que hizo justicia climática, y no quiero responder a: ¿por qué no hicisteis nada cuando estábamos a tiempo de actuar?

Si unos jóvenes no van a clase y sacan titulares… ¿qué podríamos hacer todas juntas?

Live ‘Laudato si”

Desde que Francisco nos regalara el mayor manifiesto contra el cambio global de la actualidad, la actividad de la Iglesia también se ha visto interpelada. Ha surgido, entre otras iniciativas, el Movimiento Católico Mundial por el Clima, una de las respuestas “ante la grave crisis socioambiental, ante el clamor de la tierra y de los pobres”.

Consiste en brindar ayuda para realizar una conversión ecológica en nuestras comunidades diocesanas, locales, parroquiales… y para, desde nuestra experiencia creyente, hacer justicia. Consiste también en una respuesta y una manera de actuar ante la necesidad urgente de movilización y de unión de la Iglesia con el resto de las movilizaciones comprometidas y sensibilizadas alrededor del mundo. Ya son muchas las organizaciones miembro.

Al final de esta página se esperaría que hablara de las distintas opciones actuales para sembrar esperanza, pero esto ya no funciona. Si funcionara ya habríamos cambiado, se lleva haciendo durante años y nadie hace caso. Necesitamos esperanza, pero lo que más necesitamos es acción. Actuemos y la esperanza llegará. Las reglas tienen que cambiar, necesitamos que cambien. Y tiene que empezar hoy.