Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

¿Es un problema tener una España vaciada?


Compartir

De vez en cuando se habla de la España vaciada en nuestro país. Este concepto que comenzó a escucharse a raíz del libro de Sergio del Molino “La España vacía” ha ido tomando fuerza a raíz del movimiento Revuelta de la España Vaciada que está participado por muchas organizaciones entre las que se encuentra el primer partido político que ha entrado en el Parlamento con un programa claramente relacionado con la mejora de los lugares de nuestro país que pueden considerarse vaciados. Me refiero a Teruel existe.



Mucho se ha hablado de la España vaciada y yo voy a aportar aquí mi granito de arena al diálogo sobre esta realidad con toda la prevención de alguien que que ha nacido y vive en la España llena, en concreto en la huerta de Valencia que no tiene nada de vacía… Espero que la serie de artículos que voy a desarrollar aquí, puedan aportar algo positivo al diálogo social en este campo, aunque para mí esta realidad que siento cercana no sea mi día a día.

Lo primero que quiero recordar es por qué hablamos de una España vaciada. Para ello es importante ver la imagen de España que os adjuntamos aquí. En ella se puede ver como gran parte de la superficie de nuestro país tiene una densidad de población inferior a 8 personas por kilómetro cuadrado, que es la medida que se utiliza para hablar de zonas desérticas. Esto es un fenómeno muy extraño en el resto de la Europa occidental y que solamente se da en las zonas nórdicas de nuestro continente.

Sociedad economicista

Esto que algunos ven como un problema, para la sociedad economicista en la que estamos puede no serlo. De hecho, hay personas que piensan que no es un problema, sino tan solo la consecuencia de una organización económica que tiende a concentrar a las personas donde mayor productividad pueden encontrar y donde pueden vivir mejor. Las diferencias entre la densidad de unos lugares y otros corresponde tan solo a la capacidad que tienen unos y otros de adaptarse a la nueva realidad económica en la que vivimos.

Así, algunos consideran que es saludable la existencia de estas zonas despobladas en nuestro país, porque esto permite una fuente de recursos para las zonas pobladas. No solo podemos utilizar aquello que producen para que lo suministren a las zonas más pobladas, sino que también sirven como lugar de descanso, de reposo, de vacaciones. Ir a la España vacía es un placer para muchas personas y su descanso precisa de zonas despobladas en las que poder desconectar y en las que encontrar lo que no se halla en sus ciudades.

Además, las zonas despobladas se consideran lugares en los que poner actividades económicas molestas para las zonas pobladas como macrogranjas, pantanos, explotaciones mineras, centrales nucleares, etc. La España vaciada se ve pone así al servicio de la llena, de la sobre-poblada.