Fernando Vidal, sociólogo, bloguero A su imagen
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

El Arca de Noé, de David Mach


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El escultor escocés David Mach compuso dos collages acerca del mito del Arca de Noé para su celebración ‘Precious Light’. Más de un millar de imágenes diferentes componen los 40 collages que vieron la luz en 2011 alrededor de la King James Bible, como es el caso de su Adán y Eva. David Mach, quien no es una persona religiosa, dice que “La Biblia del Rey Jacobo proporciona toda la inspiración que un artista podría desear –lucha, dolor, amor, muerte-. Todo está ahí. Quiero que la gente mire de nuevo a la Biblia del Rey Jacobo y vea este trabajo, en su 400º aniversario, como una perspectiva fresca y contemporánea.” (BBC, 2011).

Sendas creaciones transmiten dos mensajes diferentes: en el primero contrapone la división de la Torre de Babel con la función de unidad del Arca. En el segundo, muestra cómo hasta el mal representado en la serpiente puede ser salvado. En los dos, la cooperación y el trabajo son las claves de la redención. El espíritu obrero de la familia minera de David Mach emerge en su mirada sobre el Arca de Noé.

Al usar tal miríada de imágenes para los collage busca señalar que la mayor parte de la humanidad forma parte de las historias bíblicas y que éstas forman parte de la vida cotidiana ya que los recortes proceden de publicaciones e impresiones comunes. “La clave de que cada uno haya sido recortado de una revista o periódico es que todos son cualquier persona haciendo sus cosas cotidianas” (Mach, en declaraciones a The Scotsman, 2011). Mach no viaja al Medio Oriente para ubicar sus revisitaciones a los relatos bíblicos sino que los trae a los lugares ordinarios que la gente vive diariamente en los medios de comunicación o en su entorno. En el caso de las dos composiciones sobre el Arca de Noé, el paisaje montañoso son paisajes de las Tierras Altas escocesas (The Scotland, 2011).

En Noah Ark #1, las verdes montañas escocesas acogen la construcción de dos grandes naves. Decenas de personas con vestimentas modernas trabajan cooperativamente. En primer plano se ven a una pareja encajando unos troncos ante la mirada de quienes podrían ser sus dos hijos. Hace alusión al carácter familiar de la construcción del Arca, emprendida por Noé y su gran familia.

A la derecha de éstos, una mujer de indumentaria actualmente musulmana porta en su mano izquierda un cubo quizás con agua para beber. A su lado, un depósito de comida está destinado a la alimentación de los trabajadores. Frente a ella un elefante indio interviene en la construcción guiado por un jinete asiático subido a su cuello. Dos todoterrenos apoyan la labor y entre las dos naves en astillero se despliega el campamento donde los operarios pueden descansar. Varias tippies indias blancas y tiendas de campaña forman el asentamiento.

El Arca da lugar a la alianza de los hombres

Sobre la cubierta de la nave principal ya se pueden encontrar varios de los animales que el arca tendrá la misión de salvar: ovejas, cerdos, jirafas, zorros y otros animales conviven bajo una bandada de palomas blancas que los sobrevuelan. En tierra permanecen caballos o un búfalo asiático que esperan entrar junto con otros grupos de animales al fondo.

El arca es alta y estrecha. Es difícil no comparar esta construcción con la de la Torre de Babel. Pero mientras Babel estaba siendo elevada para asaltar los cielos, el Arca trata de salvar a la humanidad del asalto de los cielos que van a desplomar todas sus aguas hasta anegar el planeta. Mientras que Babel provocó la división de los hombres –cuyo signo fue la diversidad de lenguas-, la aventura del Arca dará lugar a la alianza noéjida en la que todos los hombres quedan unidos en su diversidad –simbolizada por el arco iris-. El conjunto del collage transmite la experiencia de laborioso trabajo y cooperación conjunta de todos en una obra común, en una casa común para salvar el planeta. Un fuerte mensaje ecologista y familiar impregna esta obra de David Mach.

El segundo collage, Noah’s Ark #2, nos presenta la gran embarcación en un estado ya avanzado y en un escenario donde ya ha comenzado el Diluvio. Bajo el arca hay una enorme charca que indica que el mundo empieza a inundarse, el cielo está cubriéndose de nubes amenazadoras y varios relámpagos lo cruzan. De nuevo son las montañas escocesas y al fondo se contempla solitaria una ciudad crepuscular sobre la que va a desplomarse el Gran Diluvio –la ciudad podría ser la inglesa Salisbury-.

Decenas de trabajadores tratan de terminar la construcción del Arca mientras numerosos animales se han acercado para embarcar. Dos leopardos cuelgan de un árbol que enmarca el lado izquierdo (del espectador) de la composición y otro leopardo está algo más allá en otro árbol pelado. Dos gorilas esperan al pie del gran árbol, cerca de dos grandes tortugas terrestres. La gran charca bajo el Arca impide el paso a personas y animales, que hacen un esfuerzo por alcanzar la nave. De lo lejos bajan de la montaña varios todoterrenos. Un hombre carga forraje y otro trata de auxiliar a unas cebras. Cerca de ellos una familia estaba comiendo tranquilamente en medio de la pradera –sin colaborar en la construcción- cuando se ve interrumpida por la avalancha de animales. Sus hijos parecen salir corriendo hacia el Arca. Quizás encuentran que no pueden atravesar el agua embalsada y podríamos ver en ellos a tantos niños que trágicamente no podrán subir al Arca y perecerán ahogados.

“El Arca no es sólo para los inocentes”

Una pareja formada por un hombre y una mujer atraviesan la tierra encharcada cargando sobre sus hombros una enorme serpiente –quizás una boa o una pitón-. Sus vestimentas aparecen manchadas como si hubieran tenido que luchar en el fango para capturar al gran ofidio. Es difícil que en ese contexto bíblico no recuerden a Adán y Eva que han luchado por rescatar a quien les hizo caer en el Mal: un mensaje de redención incluso de quien ha concurrido en el mal mayor. Cargando sobre sus hombros la gran serpiente expresan el riesgo que están dispuestos a correr para salvar el mundo y sacar de las garras del mal lo que se puede salvar: si es una pitón estarían ellos mismos poniendo su cuello a disposición para ser rodeados y quebrados por las constricciones de tal serpiente.

Y cargando sobre los hombros a la serpiente, muestran que es con su compromiso –han tenido que mojarse y ensuciarse para sacar a la serpiente- y su trabajo como rescatarán lo salvable. Al traer a la serpiente sobre sí mismos y entre sí mismos, se pone de manifiesto que el Arca no es sólo para inocentes sino para aquellos que quieran acogerse a la Casa Común. Delante de esa pareja caminan dos leonas. No sólo hay parejas sino tríos o parejas del mismo sexo.

Otra serpiente rodea el cuello de quien parece el propio Noé, que se alza solitario en la proa del Arca mientras un pequeño cervatillo se acoge a su costado y parece querer besar a la serpiente. Noé une a la serpiente –símbolo del Mal- y al cervatillo –símbolo de la inocencia-. Y otra tercera y cuarta largas serpientes cierran el cuadro a la derecha del espectador (una verde en la barandilla que da acceso al Arca y otra encima suya, tomada con las manos por un hombre cruzado con una escalera). Ese protagonismo de las serpientes son un mensaje central de esta composición: nada sobre el planeta está perdido.

Noé levanta su brazo derecho porque está elevando gracias a una cuerda roja –color del sacrificio y la pasión- dos cestas de ropa blanca limpia –sorprendentemente limpia dado el alboroto que hay y la charca que cubre el suelo-. Noé salva la pureza del mundo y la introduce en el Arca, parece significar.

El cuerpo central del collage es la trepidante construcción del Arca. Si en el primer collage parecía una pacífica labor, aquí el colectivo está más mezclado, abigarrado y reina el apuro y la confusión. Muestra con mucha claridad quiénes son los que construyen el Arca: mayoritariamente personas pobres de los diferentes continentes. Un gran andamiaje hecho a mano –no industrial ni prefabricado- y muy precario –propio de obras en países empobrecidos- les une a todos en la empresa pero las labores son más individuales que en la primera escenificación. No obstante, la salvación del planeta está en manos de todas las personas de distintas clases y colores, unidos.

Referencias