¿Cómo son los ojos de la Virgen Macarena?

La veneración

La imagen de la Santísima Virgen de la Esperanza de Sevilla está desde este domingo y hasta mañana martes, 24 de junio, colocada el en presbiterio de su basílica y no en el centro del retablo para que “los hermanos y devotos puedan encontrarse con Nuestra Sagrada Imagen Titular”. Es el anuncio de una veneración extraordinaria de una de las imágenes más significativas de la devoción en torno a la Semana Santa de Sevilla.

La Hermandad ha comunicado en diferentes mensajes en este fin de semana que la iniciativa “pretende así que hermanos y devotos contemplen en la cercanía a la Santísima Virgen tras las labores de conservación y mantenimiento a las que ha sido sometida”. Algo que ha hecho, siempre según las palabras de la agrupación “ante las comprensibles muestras de preocupación” y es que “la Hermandad desea que hermanos y devotos puedan ver a escasos metros el estado actual de la Santísima Virgen al natural”. Además de esta nota, ha publicada un buen número de fotografías del fotógrafo Emilio Sáenz estado con el actual de la imagen desde distintas perspectivas. Pero, ¿qué es lo que ha ocurrido?

El efecto indeseado

Antes de la rápida respuesta con esta iniciativa, el pasado sábado, 21 de junio, la hermandad anunciaba que “la Santísima Virgen de la Esperanza ha sido repuesta nuevamente al culto tras corregirse un efecto indeseado provocado por las pestañas sustituidas durante la intervención”. Era una respuesta antes algunas críticas extendidas sobre todo en redes sociales. En este sentido, desde la cofradía dieron la razón a dichas críticas y trataron de actuar “con la mayor diligencia posible, y guiada por criterios técnicos, para reparar esta alteración estética no buscada”, a la vez que pedía perdón por el “incidente”.

Así, el periódico Abc de Sevilla mezclaba en su portada la corrupción de Pedro Sánchez con las “tres caras de la Macarena” con la polémica en torno a las pestaña. Esas tres mismas caras tomaron la portada del Diario de Sevilla, donde se informaba de la determinación de la Hermandad y de que la “basílica cerró durante unas horas para sustituir las pestañas en una corrección exprés”. Y es que durante cinco días la Virgen no ha ocupado su lugar habitual en el templo para ser sometida a unos trabajos de conservación desarrollados por el profesor de la Universidad de Sevilla Francisco Arquillo Torres y su hijo.

Cuando el sábado volvió a su lugar y se abrió la puerta a las ocho de la mañana los lamentos en forma de WhatsApp ya eran imparables. Los devotos más habituales no reconocían a su Virgen especialmente por las pestañas y algunos retoques de los párpados. Tanto corrió el tema que la basílica no completó siquiera su horario de mañana ya que había prisa en arreglarlo y por la tarde ya había una boda en la basílica. Pero, ojo, no todos están convencidos de que esa sea aún su Virgen.