¿Cómo fue la prehistoria de Jesús?


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Ya estamos en pleno Adviento. Por eso quizá sea bueno echar una ojeada a esos textos que, por distintas razones, quedaron fuera del circuito canónico y acabaron alojados en los márgenes de la tradición eclesial (al menos la oficial). Lo cual no significa que no tuvieran influencia en la vida de los cristianos.



Uno de los textos más importantes es el llamado ‘Protoevangelio de Santiago’, una obra de mediados del siglo II que se ocupa de la infancia de la Virgen María y el nacimiento de Jesús. El libro comienza con la presentación de Joaquín y Ana, los padres de María, y de cómo se produjo el nacimiento de esta.

26 de julio de 2025, día de los abuelos. Padres de la virgen Maria

“Y he aquí que un ángel del Señor apareció, y le dijo: ‘Ana, Ana, el Señor ha escuchado y atendido tu súplica. Concebirás, y parirás, y se hablará de tu progenitura en toda la tierra’. Y Ana dijo: ‘Tan cierto como el Señor, mi Dios, vive, si yo doy a luz un hijo, sea varón, sea mujer, lo llevaré como ofrenda al Señor, mi Dios, y permanecerá a su servicio todos los días de su vida’. Y he aquí que dos mensajeros llegaron a ella, diciéndole: ‘Joaquín, tu marido, viene a ti con sus rebaños. Porque un ángel del Señor ha descendido hasta él, diciéndole: ‘Joaquín, Joaquín, el Señor ha oído y aceptado tu ruego. Sal de aquí, porque tu mujer Ana concebirá en su seno’’. Y Joaquín salió, y llamó a sus pastores, diciendo: ‘Traedme diez corderos sin mácula, y serán para el Señor, mi Dios; y doce terneros, y serán para los sacerdotes y para el Consejo de los ancianos; y cien cabritos, y serán para los pobres del pueblo’. Y he aquí que Joaquín llegó con sus rebaños, y Ana, que lo esperaba en la puerta de su casa, lo vio venir, y, corriendo hacia él, le echó los brazos al cuello, diciendo: ‘Ahora conozco que el Señor, mi Dios, me ha colmado de bendiciones; porque era viuda, y ya no lo soy; estaba sin hijo, y voy a concebir uno en mis entrañas’. Y Joaquín guardó reposo en su hogar aquel primer día” (Protoevangelio de Santiago IV,1-4).

Joaquín quedó afligido

Como se ve, en el texto se encuentra una alusión a la homónima Ana, la madre de Samuel, que manifiesta la consagración a Dios de su hijo (1 Sam 1,22). Asimismo, se podría ver también un guiño al padre pródigo de la parábola de Jesús (Lc 15,20), que se echa al cuello de su hijo y lo cubre de besos. Llama la atención la contención de Joaquín al final del texto, teniendo en cuenta que el ‘Protoevangelio’ ha dicho antes que “Joaquín quedó muy afligido [porque su ofrenda no había sido aceptada la primera por no haber engendrado hijos], y no se presentó a su mujer, sino que se retiró al desierto. Y allí plantó su tienda, y ayunó cuarenta días y cuarenta noches, diciendo entre sí: ‘No comeré ni beberé hasta que el Señor, mi Dios, me visite, y la oración será mi comida y mi bebida’” (I,4).

Como todos los seres humanos, Jesús también tuvo una “prehistoria”. Y, aunque los textos apócrifos sean fantásticos ‒tan maravillosos como fantasiosos‒, quizá nos ayuden a anclar a Jesús en la historia humana.