Ramiro Jiménez Cruz, sacerdote de la Arquidiócesis de México
Sacerdote de la Arquidiócesis de México

Alegría y análisis


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Estas dos realidades suman esperanza, delante de la vida no podemos ser ingenuos y mucho menos pesimistas.



Es necesario tener claras las consignas de vida, para que podamos aportar desde nuestra propia circunstancia todo aquello que sea conveniente para la época en que vivimos.

La alegría siempre será necesaria, pues en el fondo es aquello que buscamos, por eso construimos sueños, proyectos y emprendemos, aun en medio de los fracasos. La alegría es la respuesta que Dios o la vida nos dan; a partir de responder a la realidad con bondad, pues solo el corazón bueno y libre encontrará la felicidad y se expresará a través de la alegría.

El análisis, es una mirada objetiva a la realidad; para enfrentar retos y no solamente fantasías. El análisis nos ubica en un contexto responsable como parte de la creación y como “hermanos todos”, ‘Fratelli Tutti’ que queremos llegar a ser.

¿Con qué elementos contamos?

Para la alegría, contamos con la memoria histórica y con la respuesta profunda a todas nuestras preguntas: queremos llegar a la plenitud, siendo personas íntegras e integrales, donde al identificarnos con la bondad podremos lograr la paz interior.

Para el análisis contamos con los elementos que observamos, escuchamos y sentimos; poniéndolos en un orden y en un horizonte más amplio, y tratando de descubrir las estructuras que nos pueden llevar a aportar con inteligencia y madurez nuestras capacidades ante el mundo que nos exige tomar postura.

Es ahí donde la esperanza, la vemos cercana y posible; porque no queremos ser espectadores, sino constructores de la realidad que merecemos.

 

Ram Padrenet