Todos tenemos un camino espiritual que debemos atravesar en la vida, Pedro negó a Jesús tres veces y se le apareció Jesús resucitado y le hizo tres veces la pregunta sobre el amor.
Zaqueo tiene su pasado, su historia negativa, su historia de injusto, pero Dios recuerda que es hijo de él y le pertenece, no pertenece a la maldad, sino al bien último puesto en Dios
Todos conocemos de una u otra manera la Palabra de Dios, la mediamos a diario, la reflexionamos, nos encontramos con ella, porque está viva la presencia de Dios que permea toda la escritura
La vocación o la llamada del Señor acontece en cualquier momento de la vida, en segundo momento del proceso nos identificamos con un campo espiritual y en tercer momento todas las ayudas interdisciplinarias o las herramientas de las ciencias humanas nos amplían el horizonte
La raíz del problema no es en hacer las cosas, sino en encontrar el sentido a lo que hacemos desde el ser, esa es la razón del ser y construir un proyecto personal y comunitario
Nada está quieto, inmóvil, puede ser que pensáramos que la vida no tiene sentido o que estamos dando puños al viento, a razón de nada. Pero hoy Jesús nos invita a tener una profunda experiencia con el resucitado.
En la experiencia cristiana, todo se renueva a partir del Espíritu Santo, el gran protagonista de la evangelización en la Iglesia: porque es el motor y el gran animador de la vida espiritual en la Iglesia
Hoy en día el papa Francisco en su compromiso con la casa común nos invita a ser solidarios y no indiferentes frente a las realidades sociales, políticas y aún religiosas
Una parroquia que en su pastoral no se identifique con la misericordia corre el riesgo de ser una parodia o un discurso sin acción ni reacción y que no llega al corazón de los destinatarios o feligreses.
El primer don y llamado es a la vida y a defender la vida. Hoy no puede haber ninguna excusa ni política, ni religiosa para no defender la vida como un don de Dios.
Muchas veces me he preguntado: ¿Para qué nacimos? ¿Para qué vivimos? ¿Para qué estamos en este mundo? Todas siguen siendo preguntas existenciales, fundamentales y a veces no tenemos una sola respuesta
Nosotros somos personas finitas, es interesante reconocer que la vida es un sueño, es una forma de realizarnos en la vida, es una manera de situarnos en la vida
Pienso que todos podemos lograr ser buenos seres humanos, basta quererlo y tener los puntos de apoyo y angelitos en el camino, descubrir talentos, cultivarlos y soltarnos.
Las palabras tienen poder, es una afirmación fuerte pero real, invertir en darle sentido y contextualizarlo en la cultura es una labor bella, saborear la palabra es un propósito, “la gran virtud de la palabra es, a la vez, su gran estigma.
Le preguntaron al Siervo de Dios Rafael García Herreros, sobre lo que lo apasionaba en la vida, respondió jocosa y libremente: “Solo me apasiona Cristo”
La regla benedictina es una de las más hermosas y profundas oraciones que tenemos desde la época muy antigua en nuestra tradición de la Iglesia. Es una manera de manejar u ordenar bien los tiempos según el plan de Dios.
Parece que el hombre de hoy está abocado sobre su realidad compleja, a veces nos supera el pensar que somos cíclicos, ojalá naciéramos para vivir sin límites de nada, que nadie nos pusiera limites o cerrará las puertas en la vida
Estaba reflexionando sobre la riqueza de nuestros países latinoamericanos, sus recursos y su pujanza, su capacidad de auto-crítica y auto-reflexión, nosotros constatamos que la violencia no es la respuesta a la salida de una crisis
No podemos manejar la azarosa distribución de algunas desgracias, ni la indeseada aparición de una enfermedad, ni la dolorosa partida de los que queremos