El obispo de El Paso y presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), Mark J. Seitz, aseguró que “a través de la oración, el encuentro y el compromiso cívico podemos transformar el miedo en compasión y crear un mundo en el que nadie se sienta menos que humano debido a su estatus migratorio“.
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En Estados Unidos se celebra del 22 al 28 de septiembre la Semana Nacional de Migración y es en ese contexto que, el obispo Seitz hizo un llamado a inspirarse en la madre Francisca Xavier Cabrini, santa patrona de los inmigrantes, quien “nunca cedió en su determinación de construir un imperio de esperanza, sostenido por su relación en Cristo en la Eucaristía y en el rostro de aquellos a quienes servía”.
Cada persona, dijo Seitz, “independientemente de dónde nazca, es creada a imagen y semejanza de Dios, y tiene una dignidad inherente que merece respeto. Fue esta verdad básica la que guió el ministerio de la madre Francisca Xavier Cabrini… Durante su vida de servicio, la madre Cabrini a menudo enfrentó grandes pruebas como inmigrante, mujer y defensora de los pobres”.
Previo al Jubileo de los Migrantes en Roma
El obispo de la Diócesis de El Paso manifestó que la santa Cabrini “se compromete intencionalmente a vivir el evangelio, no en abstracción, sino a través de actos de solidaridad que afirman la dignidad inherente de cada persona… Que el Espíritu Santo nos guíe en esta misión de solidaridad y que la madre Cabrini rece por nosotros mientras nos inspiramos con su ejemplo”.
También invitó a unirse y ser “misioneros de la esperanza. Una esperanza que nuestro santo padre, el papa León XIV nos recuerda que se puede ver en el testimonio fiel de los inmigrantes y refugiados”.
Por su parte, la USCCB aseguró que la Semana del Migrante -celebrada por la Iglesia en ese país durante 45 años- se lleva a cabo previo al Jubileo de los Migrantes que tendrá lugar el 4 y 5 de octubre en Roma, “es una oportunidad para aumentar la apreciación de los desafíos que enfrentan los migrantes y refugiados, tanto en los Estados Unidos como más allá, y para expresar solidaridad a través de la oración, el acompañamiento y la defensa”.
“Por un sistema de inmigración más humano”
Los obispos de Estados Unidos refirieron que “han expresado constantemente su solidaridad con los inmigrantes en medio del miedo y la ansiedad provocados por los actuales esfuerzos de aplicación de la ley de la inmigración. Los obispos han pedido, y continúan presionando por, un sistema de inmigración más humano, uno que proteja a nuestras comunidades mientras salvaguarda la dignidad de todos. Esto incluye fomentar la colaboración bipartidista entre los responsables políticos”.
Asimismo, invitaron a los católicos a consultar el sitio ‘Justicia para inmigrantes’, en el que se puede encontrar más información del tema, así como recursos para participar en el Jubileo de los Migrantes, entre ellos la ‘Oración por las familias migrantes’:
“Dios bueno y misericordioso, te damos gracias por el don de las familias.
Te agradecemos toda la alegría y el amor que traen a nuestras vidas, y te pedimos que brindes especial protección a todas las familias, especialmente a aquellas que enfrentan dificultades al desplazarse en busca de una vida mejor.
Muestra misericordia a quienes viajan en peligro y guíalos a un lugar de seguridad y paz.
Consuela a quienes están solos y temerosos porque sus familias han sido separadas por la violencia y la injusticia.
Al reflexionar sobre el difícil camino que la Sagrada Familia enfrentó como refugiados en Egipto, ayúdanos a recordar el sufrimiento de todas las familias migrantes.
Por la intercesión de María, nuestra Madre, y san José Obrero, su esposo, oramos para que todos los migrantes se reúnan con sus seres queridos y encuentren el trabajo significativo que buscan.
Abre nuestros corazones para que podamos brindar hospitalidad a todos los que vienen en busca de refugio.
Danos la valentía de acoger a cada extranjero como Cristo en medio de nosotros. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén”.
