Los obispos de Estados Unidos pidieron a la administración del presidente Donald Trump continuar protegiendo a mujeres en gestación y sus hijos, que se encuentren bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
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Y es que recientemente el gobierno revocó una política de protección para esas personas, al considerarla “obsoleta”; sin embargo, el episcopado estadounidense señaló al respecto: “proteger a las madres embarazadas y a sus hijos nunca puede considerarse obsoleto“.
En un comunicado, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), manifestó que la justificación dada para la rescisión de dicha política fue que estaba “obsoleta o desalineada con la orientación actual de la CBP y las prioridades de aplicación de la inmigración”.
También se rescindió -de acuerdo con la USCCB- la orientación “relacionada con las consideraciones de custodia para las personas en riesgo médico. No se promulgó ninguna nueva guía en su lugar”.
Daños de la detención que inflige a las familias
A ese respecto, el presidente del Comité de Migración de la USCCB y obispo de El Paso, Mark J. Seitz, así como el presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB y obispo de Toledo, Daniel E. Thomas, aseveraron que “es profundamente preocupante e inexcusable que las medidas destinadas a garantizar la seguridad básica de las madres embarazadas y sus hijos pequeños mientras están bajo custodia del gobierno puedan rescindirse con tal indiferencia hacia la vulnerabilidad de los involucrados”.
La política rescindida -dijeron- “estableció estándares mínimos de atención, incluyendo que las madres y sus bebés reciban alimentos, agua, fórmula (leche), lugares seguros para dormir y monitoreo regular, así como que se coloquen en el entorno menos restrictivo posible”.
Mencionaron que “los obispos de los Estados Unidos han hablado claramente sobre los daños comprobados que la detención de inmigrantes inflige a las familias y especialmente a los niños pequeños, oponiéndose a su uso para estas poblaciones a menos que sea absolutamente necesario”.
Protección y respeto a la dignidad de los inmigrantes detenidos
Para los obispos, el haber rescindido esa política implicará que “como resultado, es más probable que ocurran casos de negligencia y abuso, incluso si son inadvertidos, poniendo en riesgo la vida de las madres embarazadas y sus hijos. Esta decisión es tanto más preocupante cuanto que la administración aumenta simultáneamente la detención familiar en lugar de alternativas más seguras y rentables a la detención”.
Detallaron que el principio de protección a mujeres y sus hijos “se extiende irrefutablemente a los no ciudadanos en detención de inmigrantes, cada uno de los cuales posee una dignidad inviolable y dada por Dios que debe ser respetada”.
Concluyeron: “instamos a la administración a que vuelva a emitir una guía que refleje y afirme adecuadamente el mayor nivel de atención para esta población vulnerable mientras está bajo custodia del gobierno”.