El nuevo obispo de Málaga, José Antonio Satué, ha querido comenzar su ministerio con un gesto de cercanía hacia los periodistas. Así, en su primer encuentro con los medios, subrayó la importancia de una relación que vaya más allá del cargo y que ponga en el centro a las personas: “Me gustaría que nuestra relación no fuera solamente desde el personaje, sino desde la persona”, dijo, recordando que también él, como cualquier otro, tiene “alegrías y problemas”.
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Consciente del papel clave de los medios en la vida pública y eclesial, Satué agradeció el trato recibido en estos primeros días: “No solamente habéis cubierto la noticia, sino que creo que la habéis cubierto con cariño, y por tanto os lo agradezco de corazón”.
También pidió a los periodistas una palabra libre y crítica, que ayude al obispo y a la diócesis a crecer: “Vosotros tenéis una mirada muy aguda, y os agradeceré que tengáis una palabra crítica, y si algo funciona bien, que también lo podáis decir”. Por ello, el prelado se mostró dispuesto a ser “lo más transparente posible” y a mantener siempre las puertas abiertas para el diálogo.
Una experiencia personal con los medios
El nuevo obispo recordó su etapa como delegado de Medios en la diócesis de Huesca, experiencia que le ayudó a descubrir el valor de la comunicación como espacio de encuentro. “Siempre ha sido una relación muy enriquecedora para mí y creo que, en buena medida, también para los periodistas”, compartió.
Asimismo, Satué reconoció que a veces existe la tentación de reducirse a estereotipos: “Vemos al obispo como personaje, y a los periodistas como los que vienen a cazarme. Pero detrás de cada uno hay una persona”. Desde ahí, animó a superar las barreras y a establecer relaciones basadas en la confianza y la escucha: “Yo con mis problemas, mis alegrías, mis expectativas… y vosotros también. Eso es lo que de verdad nos une”.
“Soy consciente de que lo tenéis muy complicado, que esta dictadura de los clics tiene que ser terrible”, continuó. En este sentido, expresó su deseo de organizar espacios de diálogo sobre comunicación en Málaga junto a la Delegación de Medios, para pensar juntos los retos del oficio y su servicio a la sociedad.
Cofradías y religiosidad popular
En el turno de preguntas, no tardaron en aparecer referencias a la Semana Santa y al mundo cofrade. Satué habló desde su propia experiencia como prior de la Archicofradía de la Veracruz en Huesca. “Conforme te vas acercando, vas viendo el trabajo que llevan adelante, la seriedad con la que se comprometen, que es muy fuerte”, aseguró.
Además, confesó conocer poco la realidad cofrade de Málaga, pero dijo llegar “bien predispuesto”: “Espero que me pase como en Huesca: que poco a poco, viendo vuestros tronos, vuestras cofradías y cómo lo vivís, se me vaya pegando vuestra religiosidad”.
Acción social
El obispo quiso destacar también la dimensión social de la Iglesia en Málaga. Reconoció la labor de Cáritas y el compromiso de las cofradías en este ámbito. “Una de las principales tareas del obispo no es hacer, sino valorar lo que otros hacen”, explicó.
Subrayó, además, que la misión de la Iglesia tiene siempre dos dimensiones inseparables: la social y la evangelizadora. “Son como dos patas: una más caritativa y otra más explícitamente de anuncio de Jesucristo. Y en ese sentido, procurar que nuestras parroquias y cofradías no sean autorreferenciales, sino que sepan salir hacia Dios y desde Dios a la sociedad”.
