León XIV respalda a las víctimas y periodistas que plantaron cara al Sodalicio: “Su lucha por la justicia es la lucha de la Iglesia”

  • El Papa envía una carta al estreno de ‘Proyecto Ugaz’, la obra de teatro sobre la comunicadora que denunció la corrupción y los abusos de la plataforma eclesial peruana disuelta por Francisco
  • Se trata del primer pronunciamiento público sobre la lacra de los abusos del Pontífice, que se compromete a “construir una Iglesia donde nadie más deba sufrir en silencio”

Jordi Bertomeu, con Paola Ugaz

“La lucha de ustedes por la justicia es también la lucha de la Iglesia”. Con esta determinación, León XIV se expresa en la carta dirigida a quienes abanderan ‘Proyecto Ugaz’, otra de teatro peruana que aborda el viacrucis padecido por la periodista Paola Ugaz desde que decidió convertirse en voz de denuncia del Sodalicio de Vida Cristiana, la plataforma eclesial disuelta por el papa Francisco después de corroborar abusos de todo tipo y una corrupción sistémica en su seno.



La misiva fue leída este viernes después de la puesta en escena teatral por el comisario pontificio del Sodalicio, el sacerdote catalán Jordi Bertomeu, responsable tanto de acometer el cierre de esta entidad, sino de llevar a cabo una reparación integral a todas sus víctimas.

Memoria y denuncia

En la misiva, el Pontífice nacionalizado peruano reconoce que ‘Proyecto Ugaz’ da “voz y rostro a un dolor silenciado durante demasiado tiempo”. Es más, de la lectura del texto se puede deducir el conocimiento detallado que tiene el papa Prevost sobre el engranaje del Sodalicio, sino también su propia implicación personal como obispo de Chiclayo para destapar lo sucedido en medio siglo de existencia.

“Esta obra no es solo teatro: es memoria, denuncia, y sobre todo, un acto de justicia”, expone León XIV, poniendo su mirada en las víctimas: “Esa herida la reconocemos en tantos niños, jóvenes y adultos que fueron traicionados donde buscaban consuelo; y también en aquellos que arriesgaron su libertad y su nombre para que la verdad no fuera enterrada”.

Signo profético

“Hago mis votos para que esta obra sea un acto de memoria, pero también un signo profético”, escribe el Papa, con un deseo añadido: “Que despierte corazones, remueva conciencias, y nos ayude a construir una Iglesia donde nadie más deba sufrir en silencio, y donde la verdad no sea vista como amenaza, sino como camino de liberación”.

En su texto, Robert Prevost se detiene explícitamente en agradecer la labor de los periodistas, esto es, tanto en Paola Ugaz como Pedro Salinas, Daniel Yovera y Patricia Lachira, a quienes aplaude por su “valentía, paciencia y fidelidad a la verdad”, puesto que con su trabajo “iluminan el rostro herido pero esperanzado de la Iglesia”.

Aún más intolerable

De hecho, León XIV aplaude la entrega de que “quienes han perseverado en esta causa, incluso cuando fueron ignorados, descalificados o incluso perseguidos judicialmente”. Incluso, pone bajo el foco también a quienes padecieron “abusos económicos, los comuneros de Catacaos y Castilla, lo cual hacía aún más intolerable lo denunciado”.

Una escena de la obra 'Proyecto Ugaz'

Una escena de la obra ‘Proyecto Ugaz’

Con este punto de partida y tomando como referencia de forma explícita el trabajo realizado por Francisco, Robert Prevost subraya en su escrito que “la prevención y el cuidado no son una estrategia pastoral: son el corazón del Evangelio”. “Es urgente arraigar en toda la Iglesia una cultura de la prevención que no tolere ninguna forma de abuso ni de poder o de autoridad, ni de conciencia o espiritual, ni sexual”, sentencia León XIV.

Procesos transparentes

En el texto, el Pontífice agustino va más allá, al asegurar que “esta cultura solo será auténtica si nace de una vigilancia activa, de procesos transparentes y de una escucha sincera a los que han sido heridos”.

Resulta especialmente significativa que Papa Prevost aprecie el valor de los comunicadores: “Necesitamos a los periodistas”. Incluso llega a calificar su trabajo como “misión sagrada de quienes, desde el oficio periodístico, se convierten en puentes entre los hechos y la conciencia de los pueblos, incluso con grandes dificultades”.

León XIV, con la periodista Paola Ugaz

León XIV, con la periodista Paola Ugaz

En esta misma línea, defiende la libertad de prensa como “un bien común irrenunciable”: “Los que ejercen esta vocación con conciencia no pueden ver apagada su voz por intereses mezquinos o por miedo a la verdad”. “A todos los comunicadores peruanos me atrevo a decirles con afecto pastoral: no teman”, detalla.

Rigor, respeto y valentía

Desde ahí, León XIV defiende “el periodismo libre y ético”, que “no es solo un acto de justicia, sino un deber de todos aquellos que anhelan una democracia sólida y participativa”. A la par, reivindica unos “hechos narrados con objetividad, rigor, respeto y valentía”.

“Con su trabajo pueden ser artífices de paz, unidad y diálogo social. Sean sembradores de luz en medio de las sombras”, anima a los comunidades en esta carta.

Además, León XVI se hace eco de las “profundas tensiones institucionales y sociales” de que atraviesa Perú. Desde ahí, hace un llamamiento a los poderes públicos y a la ciudadanía a “proteger a quienes, desde las radios comunitarias hasta los grandes medios, desde las zonas rurales hasta la capital, informan con integridad y coraje”. “Donde se silencia a un periodista, se debilita el alma democrática de un país”, llega a asegurar Prevost.

Noticias relacionadas