Una dinámica práctica para la renaturalización de las parroquias

Quizás la primera impresión que intriga a cualquiera sobre la figura de Jesús es que naciera en un tiempo y lugar absolutamente concretos, que Dios se encarnara palestino en ese año con una familia carpintera en una aldea en un paisaje concreto. Dios ama los lugares concretos porque cada uno es único, pero contiene toda la Creación. La renaturalización comienza por el amor a los sitios concretos donde nuestras vidas ocurren de verdad y se entrelazan en una historia compartida.

Renaturalizar significa abrazar la realidad en toda su espesura, reconectar con nuestro cuerpo y percibir limpia y vigorosamente con todos los sentidos, dejar que prospere la vida vegetal, cuidar la fauna, ser custodios de la vida. Es tal el grado de deterioro y expulsión de la naturaleza en nuestros entornos bajo los cementos y asfaltos, las capas de contaminación que nos enferman e impiden contemplar las estrellas, la artificialización que se extiende por todos lados, que saber qué recuperar es una labor evidente. Así todo, hemos normalizado tanto la artificialidad que podemos no verlo. Os proponemos un ejercicio grupal.

Parroquia ecológica de Tres Cantos. Foto: Jesús G. Feria

El desafío grupal

Pensad en vuestra parroquia (o quizás en el centro espiritual cotidiano que tenéis de referencia, como un santuario, una ermita, un centro pastoral o uno educativo) o en una que conozcáis bien. Si sois un grupo de gente de distintas localidades, escoged una que no más conozcáis muy bien y vais proporcionando la información que se necesite sobre el centro y su entorno.
Pensad en la vecindad que puebla el lugar o lo frecuenta. Dad tres rasgos de ellos. Y pensad en la comunidad cristiana que participa en la parroquia (o equivalente): dad tres rasgos de la misma.
El reto es imaginar la creación de un equipo motor de renaturalización que movilice a la comunidad y el pueblo del lugar. Es importante la concienciacion, la formación y la transformación de los estilos de vida, pero vamos a comenzar por hacer cosas concretas que despierten conciencias, generen experiencias, den credibilidad a lo que a veces solo queda en palabras.
Como grupo, os toca hacer una agenda de acciones concretas que, durante un año, generen pequeños milagros de recuperación y compromiso. En un mundo con tanta inflación de palabrería, la gente desoye los discursos y reclama el genuino lenguaje de los hechos concretos.
En un DinA3 o DinA4, dibujad un plano del centro y del lugar. Compartid algunas imágenes del lugar para que el grupo pueda ponerse en situación.
¿Qué acciones se os ocurren para ese año de acciones y experiencias de renaturalización a las que se puedan incorporar la comunidad cristiana y gente y organizaciones del entorno?
Ahí van algunas iniciativas que pueden ayudar. Hay muchas que ya están siendo implementadas, como los huertos urbanos, las placas solares o el reciclaje y ahorros de agua, papel, eliminación del plástico, etc. Otras requieren cambios de gran alcance, como los cementerios, como en esta propuesta.
Aquí os vamos a proponer medidas de implementación fácil y media.
Simplemente, imaginad en primer lugar el enorme impacto transformador de 24.000 parroquias que hay en España concentradas en implementar algunas de estas acciones. Sencillamente, cambiaría nuestro país de forma muy significativa. Imaginad que simplemente nos comprometemos todos a la vez en cualquiera de estas acciones…

Diez iniciativas prácticas y asequibles para renaturalizar la parroquia

Oasis. La idea japonesa llamada “shichu no sankyo” (“vivir en la montaña dentro de la ciudad”) significa crear espacios naturales de retiro, refugio, confianza, contemplación y encuentro incluso en los hábitats más urbanizados. Necesitamos esos oasis. ¿Cómo podría ese entorno crear algo similar a un “shichu no sankyo”, un oasis como aquel en el que conocieron Jacob y Rebeca? ¿En la parroquia, en el barrio?
Custodios. ¿Por qué la parroquia no elige un lugar concreto de la naturaleza para cuidar en la costa, ríos, estepas, montañas, etc.? Se trata de comprometerse con acciones de mejora y cuidado de ese lugar durante todo un año. Mirad estas tres. ¿Por qué no hacer un convenio con ellas como parroquia, escuela o centro para colaborar?

Ríos ciudadanos
Voluntariado en ríos
Colaboración ciudadana con aves

Para inspiraros, leed este gran ejemplo de un cristiano comprometido toda su vida con la recuperación y custodia de un lugar de gran valor ecológico: Fidel, el profeta de los buitres.
Sendas jacobeas verdes. Hay decenas de Caminos a Santiago abiertos en España. Las rutas, que siguen creciendo, ya alcanzan casi los 5.000 kms. Por ellas se calcula que pasan muchos más de los 500.000 peregrinos que ya cada año llegan a nuestra amada Compostela. La recuperación del Camino comenzó liderada por curas y cristianos del olvidado camino francés y en 20 años ya lo habían convertido en un fenómeno mundial. Seguir cuidando el camino, plantar árboles, limpiar, vegetación, crear lugares naturales de descanso, pequeños lugares de recogimiento, etc. es una labor que sigue haciéndose. ¿Por qué no comprometernos con la recuperación y renaturalización de las vías del Camino de Santiago en nuestra localidad o cercanías?
Rutas verdes contemplativas. ¿Por qué no diseñar rutas de paseos verdes para hacer ejercicio y contemplar con diferentes motivos y edades?
Por ejemplo, desgranando el Cántico de las Criaturas en pequeñas frases a los largo de todo el recorrido. Hagamos un pequeño mapa que poder bajar al teléfono para seguir el recorrido e ir leyendo las frases en distintos puntos significativos.
Hay otro posible paseo. Las plantas forman un lenguaje en la Biblia. Se puede crear un recorrido fijándose en plantas bíblicas y mencionando citas de la Palabra donde aparecen. Por ejemplo, los lirios o el granado. Se puede poner en un QR, o en una web, o un pequeño plano que esté disponible en la parroquia, la escuela, etc. Hay un par de libros muy útiles para hacer algo así:
‘El lenguaje de las plantas en la Biblia’
‘Las plantas en la Biblia’
Ecoplegarias. Hacer una bonita oración sobre el reciclaje, la reducción de plásticos o el ahorro de papel, y distribuirlas en una postal o estampa en todas las misas y a la gente. La ascética ecológica es un camino de ascética espiritual y todas esas prácticas pueden ser vividas como relación con Dios. Estas plegarias pueden ayudar a unir fe y vida cotidiana, a abrir una vía de fe en las acciones del cuidado.
Vergeles de vida. Convertid la parroquia en un vergel, cread muros verdes, jardineras abundantes, que las aves puedan anidar, que las abejas puedan alimentarse; cread un pequeño bosque, poned maceteros grandes, que haya sobre todo plantas nativas, que la gente respire a fondo, que el verde nos inspire la vida. Mirad este caso extremo donde las parroquias han salvado la naturaleza.
Acoger a los pájaros. Jesús tuvo que pasar buenos momentos de su vida disfrutando de los pájaros, porque los menciona con mucha familiaridad. Las aves se convierten en una metáfora del hogar, poder hallar árbol donde hacer nido. Las aves son signo de vida y libertad. Son signos del cielo. Sin embargo, la ciudad es cada vez más hostil con los pajarillos, desaparecen de nuestras vidas. Dos pequeñas iniciativas muy fáciles: poner pequeños bebederos y poner ladrillos y esquinas artesanales donde puedan anidar. En los lugares donde las parroquias tengan instalados nidos de cigüeñas, que están protegidos, es muy relevante la cooperación con quienes las cuidan. Firmad un convenio de colaboración con la SEO u otra organización para buscar la mayor sostenibilidad de esos nidos.
Conversión ecológica. En cuaresma haced una acción pública de limpiar la “basuraleza”, convoquemos al barrio y entidades. Tiene una gran fuerza simbólica muy propia de este tiempo de conversión y recuperación de la pureza.
Revivificar. Convertid un solar vacío abandonado en un lugar de vida mientras no se le dé otro uso. Se puede acelerar enviando pequeñas pelotas de papel con compost y semillas en su interior, instalando macetas, plantando higueras, creando un lugar donde estar y no dejando terrenos baldíos, desolados e inseguros, sin vida. Es más, regeneremos las paredes, rincones y pasajes abandonados, sucios, apartados o fríos y estériles de nuestras localidades. Ayudad a que los cristianos regeneren las medianeras entre edificios, esos pequeños jardines que hay. Convertid cada balcón en una inspiración de vida. Convirtamos nuestros lugares en una celebración de la Creación.
Cementerios verdes. Repensad el cementerio católico local como un lugar que no sea una sucesión de tumbas y nichos de pura piedra y cemento, sino como un santuario de plantas y aves. Hay mucho margen de mejora en los más de 8.000 cementerios que la Iglesia tiene en España.
Inspiraos en estas diez propuestas, imaginad más posibilidades o variaciones, escoged y pensad un plan concreto de cómo se podrían aplicar. Escribid el programa de acción y presentadlo a la asamblea como una propuesta para un curso en el que alabemos y regeneremos la Naturaleza.

Hagamos un gran parque natural con todos nuestros sitios

Una reflexión final. En Gran Bretaña, la Iglesia ha calculado que todas sus parroquias (24.000 en España), centros educativos (2.500 en España), cementerios (8.000 católicos en España), monasterios y tierras en propiedad, son equivalentes a un gran parque nacional, y se han propuesto que juntas formen un disperso, pero vivo gran santuario de la Creación. ¿Imaginamos algo similar? Mira en los dos siguientes enlaces dos de los mejores ejemplos del mundo de renaturalizacion desde las iglesias e inspiraos:

Programa Eco Church
Churchyard wildlife

Podemos hacer que el Cántico de las Criaturas, 800 años después, vuelva a sonar de nuevo en donde habíamos hecho desaparecer la vida natural.