Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

Acutis y Frassati: ¿Qué aportan dos nuevos santos jóvenes?


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La canonización

El papa León XIV finalmente ha canonizado a los jóvenes italianos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis. Una cita especial, pospuesta del plan inicial de Francisco a este inicio del mes de septiembre, antes de la habitual ronda de canonizaciones de octubre. El pontífice en la homilía glosó en esta ocasión algunos aspectos de estos dos santos relativamente contemporáneos.



“Hoy miramos a san Pier Giorgio Frassati y a san Carlo Acutis: un joven de comienzos del siglo XX y un adolescente de nuestros días, los dos enamorados de Jesús y dispuestos a darlo todo por Él”, señaló el Papa. Y añadió, como leemos en la crónica de Vida Nueva, que Frassati se metió en la Acción Católica, las Conferencias de San Vicente, la FUCI y la Tercera Orden dominicana. “Lo testimoniaba con su alegría de vivir y de ser cristiano en la oración, en la amistad, en la caridad. Tanto, que al verlo recorrer las calles de Turín con carretas llenas de ayudas para los pobres, sus amigos lo habían rebautizado como ‘Frassati Impresa Trasporti’”. Su fe, subrayó, nunca fue devoción privada, sino compromiso en la vida pública, política y social. De Acutes ante sus padres alabó la raíz familiar: “Encontró a Jesús gracias a sus padres y en la comunidad parroquial. Creció integrando naturalmente la oración, el deporte, el estudio y la caridad”. Asimismo, el Papa recordó una de las frases más célebres del primer santo ‘millenial’: “Delante del sol uno se broncea. Delante de la Eucaristía uno se hace santo”.

“Los santos Pier Giorgio y Carlo son un llamado a no desperdiciar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y a hacer de ella una obra maestra. Nos lo recuerdan con sus palabras: ‘No yo, sino Dios’, decía Carlo. Y Pier Giorgio: ‘Si tienes a Dios como centro de cada acción, llegarás hasta el final’”, añadiría poco después el pontífice. Y es que para León XIV “esta es la fórmula simple pero vencedora de su santidad”. “Y es también el camino al que estamos llamados todos”, dijo, “para saborear la vida hasta el fondo y encontrarnos con el Señor en la fiesta del Cielo”, concluyó el Papa.

El montañero

Pier Giorgio –se ve que no se va a seguir la regla de traducir los nombres de los santos– Frassati ya ha pasado por varios blogs en esta web. Con acierto lo promocionaba Alberto Royo Mejía, nada más y nada menos que el promotor de la fe en el Dicasterio para las Causas de los Santos. El llamado en otros tiempos abogado del diablo lanzaba el sugerente título de que Karl Rahner nos habla de Pier Giorgio Frassati. Y es que confiesa Royo que de este joven deportista y alegre que fumaba en pipa destaca “la gran impresión que causó en el teólogo alemán Karl Rahner, uno de los más importantes del siglo XX“. He aquí parte del testimonio del teólogo que se recata en el blog:

Su fe no tenía “explicación” humana. Si Frassati fue cristiano, no fue como reacción a la generación liberal y anticlerical de sus padres, ni por un vago motivo “cultural”. Su fe se nutría de la sustancia misma del cristianismo: la existencia de Dios, la oración como levadura de la existencia, los sacramentos como alimento de la vida eterna, la fraternidad universal como ley de las relaciones humanas”.

También hace un mes ya nos acercamos a su figura en este blog. Todo ello a partir de la noticia de que la Iglesia de los dominicos en el centro de Roma, Santa María sopra Minerva, acogió desde el 25 de julio al 4 de agosto los restos del ahora santo por iniciativa de Vicariato de Roma. Y es que su canonización estaba prevista para ese Jubileo de los Jóvenes que se celebró en esas fechas. Llos restos volvieron tras estas jornadas a la catedral de Turín, donde está enterrado desde 1990. Como recordábamos entonces, beatificado en 1990, Juan Pablo II lo nombró Patrón de los Deportistas. Francisco, en la exhortación apostólica ‘Christus Vivit’, recuerda que Pier Giorgio Frassati “era un joven de alegría comunicativa, una alegría que superaba también las muchas dificultades de su vida. Decía que quería retribuir el amor de Jesús que recibía en la Comunión visitando y ayudando a los pobres”.

Pier Giorgio Frasatti Canonizacion

El muchacho

También Royo Mejía nor advirtió en esta página de las fake news que corren sobre el milanés Carlo Acutis. En Carlo Acutis, más profundo de lo que parece” señalaba “no es lo mismo quedarse en la superficialidad -aunque no esté mal- del “influencer de Dios” que llegar a entender cuál es la grandeza de este adolescente”. Y es que desmiente el promotor que el fútbol no le interesaba mucho aunque algunos lo pongan con el balón de atrezo o que iba en zapatillas deportivas cuando los compañeros de clase se metían con él a veces llamándolo ‘Mister Mocasín’, porque le gustaban más los zapatos. 

Una advertencia similar hacía en esta página también la compañera de La Croix Clément Barré al recordarnos que “Carlo Acutis merece sin duda ser canonizado. Pero dejemos de convertirlo en un icono adolescente que oscurece lo esencial: su radical testimonio eucarístico que trasciende las categorías de edad. Y tengamos la audacia pastoral de proponer a los jóvenes modelos de santidad más diversificados, que incluyan figuras que supieron atravesar las complejidades de la vida adulta sin renunciar al ideal evangélico”.

Esto mismo lo ha dejado el papa Francisco como legado en la exhortación postsinodal ‘Christus vivit’ de 2019 cuando dice que “es verdad que el mundo digital puede ponerte ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío. Pero no olvides que hay jóvenes que también en estos ámbitos son creativos y a veces geniales. Es lo que hacía el joven siervo de Dios Carlo Acutis”. Francisco recuerda que “sabía muy bien que esos mecanismos de la comunicación, de la publicidad y de las redes sociales pueden ser utilizados para volvernos seres adormecidos, dependientes del consumo y de las novedades que podemos comprar, obsesionados por el tiempo libre, encerrados en la negatividad” (n. 105). Él “no cayó en la trampa”, alerta Bergoglio, “veía que muchos jóvenes, aunque parecen distintos, en realidad terminan siendo más de lo mismo, corriendo detrás de lo que les imponen los poderosos a través de los mecanismos de consumo y atontamiento”. Por eso decía que “todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias” (núm. 106).

Carlo Acutis Canonizacion