La plataforma HBO Max ha estrenado ‘Súper Sara. La mujer que hizo todo antes que tú’, un documental dirigido por la periodista y escritora Valeria Vegas que recupera la vida y legado de Sara Montiel, la primera estrella española que triunfó en Hollywood. La serie repasa su ascenso, su madurez y su papel pionero como símbolo de libertad, feminismo y sensualidad en una época marcada por la represión.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
PREGUNTA.- ¿Por qué este documental? ¿Es un ejercicio de nostalgia?
RESPUESTA.- Debería haberlo hecho alguien que llevase más tiempo en la industria, porque Sara fue muy icónica. Fue el mito nacional durante varias décadas, la mujer que inspiró a tanta gente a pensar que algo nuevo era posible. La que llegó a Hollywood cuando ningún español lo había conseguido…
La mujer detrás del mito
P.- ¿Y quién le ha sorprendido más, Antonia o Sara?
R.- La gran Sara se dejaba ver mucho. Fue muy generosa. Sin ninguna necesidad económica, muy consciente de su estrellato, acudía a los programas; pero no en sus últimos años, sino en los 70, los 80, los 90… Era una entrevistada maravillosa. A Antonia, en cambio, la he visto en las cintas que me han cedido sus hijos: sin maquillar, dando potitos a los pequeños, bañándose en toples en la piscina… Era la mujer detrás del mito. (…)
P.- ¿Fue una mujer osada? ¿O simplemente alguien sin sentido de culpa?
R.- Esa es mi conclusión. No tenía esa culpa judeocristiana que hemos arrastrado tantos años. Si no, no se habría ido a México, ni a Hollywood, habría sido “una mantenida”. No habría posado desnuda con 50 años. No habría vivido con un hombre más joven. No habría sido madre tan tarde…
No condicionada por su fe
P.- ¿Era religiosa?
R.- Cuentan que sí, que era muy creyente, pero nunca permitió que su fe condicionara su vida.
P.- Como gran mitómana que es Valeria Vegas, ¿qué se le ha quedado en su piel de Sara Montiel?
R.- Por un lado, siento que podría haber sido mi amiga. También pienso que esa mujer podría ser yo dentro de treinta años.
P.- ¿Cómo llevó Sara la vejez?
R.- Muy bien, aunque no la dejaban. Fue víctima del edadismo cuando aún no existía el término. Se le criticaba por llevar transparencias, uñas de colores… pero ella fue la misma siempre. Siempre fue coherente con su libertad.