El Arzobispado de Granada ha salido al paso de las críticas surgidas tras la supresión de la procesión de San Benito en Trevélez, respaldando al párroco de la localidad y recordando que “no se trata de una celebración obligatoria de la Iglesia universal ni de esa parroquia en particular”.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
La decisión del párroco de Trevélez, Rubén Ávila, de suspender la procesión de San Benito —una tradición popular con más de tres décadas— ha provocado un auténtico seísmo en la vida parroquial del pueblo. La medida ha sido recibida como un “castigo” por buena parte de los vecinos, especialmente tras una agria disputa con la Asociación de Mujeres ‘San Benito’, que desde hace años colaboraba con la parroquia recaudando fondos para su mantenimiento, en parte gracias a la venta de lotería. El desencuentro estalló cuando el sacerdote les prohibió el uso de los salones parroquiales, y culminó con la cancelación de la procesión, percibida por muchos como una represalia.
Tras lo ocurrido, el pueblo ha salido en defensa de su tradición y ha puesto en marcha una recogida de firmas —respaldada incluso por el Ayuntamiento— para pedir el relevo del párroco, al que acusan de autoritarismo y de haber hecho comentarios homófobos y excluyentes.
Ahora, en un comunicado difundido este martes, el Arzobispado lamenta “las acusaciones vertidas injustamente en los medios contra el párroco de Trevélez” y sostiene que la procesión nunca ha tenido carácter estable. “No se ha celebrado de modo continuo en dicha localidad, sino sólo esporádicamente según la oportunidad valorada discrecionalmente por los últimos párrocos de lugar”, señala el texto.
“Cordura y buena convivencia”
La decisión, explican desde el Arzobispado, se ha tomado “con el consejo parroquial”, como ya ocurrió en ocasiones anteriores. “Apoyamos lo que el párroco ha decidido”, insisten, subrayando que las cuestiones litúrgicas “corresponden al párroco, que goza allí de la autoridad pastoral y que debe juzgar según derecho en cada momento su oportunidad o no”. Pese a la supresión de la procesión, la celebración litúrgica permanece intacta: “La celebración de la Santa Misa queda asegurada como siempre en dicha parroquia en la festividad de San Benito”, confirman.
Respecto a las acciones organizadas por la Asociación de Mujeres ‘San Benito’, el Arzobispado declina cualquier injerencia si se realizan fuera del templo: “Este Arzobispado no entra a valorar las actividades que libremente pueda realizar la mencionada asociación civil, fuera del templo parroquial”.
Finalmente, se recuerda a las administraciones públicas el respeto al marco constitucional: “En este caso y en respeto al principio constitucional de aconfesionalidad de las Administraciones públicas”, subrayan, “se recuerda la no intromisión por éstas en los asuntos de la Iglesia”. El comunicado concluye con un llamamiento a la serenidad: “Este Arzobispado pide a todos cordura y buena convivencia, y desea una feliz festividad de San Benito”.