André Fétis: “Como educadores, llevamos un mensaje de liberación, de sanación”

Para el superior general de la Compañía de María, la escuela está llamada a ser “casa para todos”. En estos términos se expresaba el marianista André Fétis, en la eucaristía que se celebró en la basílica de Nuestra Señora del Pilar con motivo del Congreso Marianista de Educación. Presidida por el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, en la misa participaron cerca de 650 educadores de la red de colegios y de la editorial SM reunidos en la capital aragonesa para este foro de formación y reflexión.

“No se podía venir a Zaragoza sin venir a saludar a nuestra Madre, en un lugar tan importante para el padre Chaminade”, expuso en su homilía Fetís, con una referencia explícita a la ciudad que fue la fuente de inspiración para la familia marianista.

Bajo su influencia

De hecho, en su alocución, Fétis se detuvo en María como “el mejor camino” para que los educadores marianistas lleguen a Jesús y lleven a los alumnos hacia Él. “Necesitamos ponernos bajo su influencia”, remarcó.

A partir de ahí, defendió que “un lugar educativo es un lugar donde se llevan buenas costumbres que ayudan a creer, a crecer y a comprometerse, a tener confianza, a compartir los dones, a construir fraternidad…”. “Jesús aprendió todo esto en Nazaret, con María y José”, apostilló el superior general de los marianistas, que cuentan con 115.000 estudiantes en centros distribuidos por 20 países.

Hogar de María

“Queremos que todas nuestras casas educativas sean un hogar de María para vivir bajo su influencia y donde se pueda adquirir ‘buenas costumbres’”, expuso después el religioso, con le convencimiento de que “nuestras aulas, patios de recreo, capillas, campos de deporte, sean lugares marianos y que sean ‘una casa para todos’, con un espíritu de familia y un clima maternal hecho de gozosa sencillez”.

Para el sacerdote, que nació en Périgueux al igual que el beato Guillermo José Chaminade, toda la familia marianista está llamada a comprometerse con el Evangelio de Jesús de Nazaret: “Como educadores, llevamos un mensaje de liberación, de sanación: liberación de la ignorancia, liberación de una vida egocéntrica, de miedos, de falta de confianza, de dudas o divisiones o falta de fe… y tantas cosas más…”.

Una esperanza

En este sentido, a lo largo de su homilía presentó la pedagogía marianista como un caudal de esperanza: “María nos recuerda que cada niño, cada joven, es un signo de esperanza, con una hermosa vocación, llamado a hacer grandes cosas”.

En el marco de este año jubilar, tradujo esta mirada esperanzadora a un compromiso concreto: “Revelar a los jóvenes su potencial, la vocación profunda de su vida, y ayudarles a realizarlo”. “¿Hay una tarea más hermosa que esta?”, apostilló con el lema del congreso como eje: “Juntos cuidamos el futuro”.

Misa del Congreso Marianista de Educación en la Basílica del Pilar de Zaragoza

Así, con el proyecto educativo institucional presentado en el congreso como una hoja de ruta para los próximos años, Fétis llamó a los presentes a “transmitir creativamente el mensaje de la tradición marianista”. “¡Que Dios, la Virgen del Pilar y nuestros fundadores nos ayuden!”, remató.