Tribuna

Continuaré sirviendo como misionero

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A la edad de 78 años y tras 28 de obispo misionero en San Pedro Sula, el papa Francisco ha aceptado mi renuncia y nombrado sucesor en la persona de Miguel Lenihan, obispo de La Ceiba.



Me he ido preparando internamente para este momento en el que dejo un modo de vida, de trabajo, de relaciones, para entrar en una nueva etapa, la última de mi vida. Me encuentro sereno, agradecido, sin apegos y esperanzado. Cambiarán muchos aspectos de mi vida, pero el amor a los fieles y de los fieles, la vinculación afectiva y espiritual a esta tierra, permanece.

Ofrenda a Dios

Hago ofrenda a Dios Padre misericordioso y providente de los 28 años de ministerio episcopal con el pueblo y para el pueblo de Dios que peregrina unido en el Departamento de Cortés. Y de mi futuro, que corre a mi favor, pues me lleva hacia Él y todo lo que ocurra contribuirá para mi bien.

Quiero tomarme en España unos de meses sosiego exterior e interior; aprovecharlos también para un baño de formación teológica y para la convivencia con familiares, amigos, personas queridas y de las que he estado lejos físicamente. Y, después, regresar definitivamente a San Pedro Sula, a Honduras, para continuar sirviendo como misionero en lo que pueda, hasta que el Señor me llame al encuentro definitivo, gozoso y pleno con Él.