Cáritas de Polonia lleva presente en los diferentes puntos fronterizos desde que se intensificaran los bombardeos rusosen pasado 24 de febrero. Son muchos los menores que han llegado hasta ahí y que han sido acogidos por la entidad al carecer de cuidadores acompañantes. Desde entonces, unos 700 niños procedentes de orfanatos y centros especializados ucranianos –con algunos de sus cuidadores– han sido acogidos en diferentes centros gracias a Cáritas.
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Por fin, felices
Uno de esos centros especializados evacuado s es el de Melitopol, cerca de Melitopol. La directora, Larysa, coordinó la evacuación con una de las psicólogas y lograron trasladas a 40 niños. “Ahora están cómodos, gracias a Dios, son felices, juegan, tienen buenas condiciones”, señala ahora sin dejar de recordar los disparos y explosiones que oían al huir. “Agradecemos a todos los que en Polonia nos ayudaron proporcionando ropa, porque nos fuimos con lo que teníamos puesto, nos llevamos ropa, sólo para unos días”, destaca.
Wiktoria, de 41 años, huyó de Kiev con su hijo Iván, de 14 años, que tiene autismo. “Teníamos previsto quedarnos en Kiev, pero el primer cohete impactó en el edificio situado a tres casas del nuestro: lo derribaron, nuestras ventanas saltaron por los aires y decidimos que no podíamos quedarnos”, relata a Cáritas Polonia. “Cuando llegó el tren de Kiev a Varsovia, fue terrible porque todo el mundo se apresuró a subir, sin prestar atención a las personas con discapacidad”, rememora. Finalmente fue acogida en Varsovia. Como ellos, muchos otros niños evacuados, junto con sus tutores, son enviados a instalaciones gestionadas por Cáritas diocesana en varias regiones de Polonia.
Servicio permanente
Muchos de estos centros se han creado en casa de campamentos o de Ejercicios Espirituales. “Cada uno de estos centros ofrece alimentación y espacio recreativo las 24 horas del día”, ha explicado Monika Figiel, una de las responsables de estos proyectos de Cáritas Polonia. Estos centros se mantienen gracias a la red de benefactores de la entidad católica y el apoyo de las demás Cáritas de Europa. Los polacos se han volcado con esta red de apoyo, tanto es así que la presentadora de televisión Ida Nowakowska ha impartido un taller de baile en uno de estos centros.
“Es difícil predecir cuánto tiempo permanecerán los niños de los orfanatos ucranianos en los centros de Cáritas diocesana. Estamos planificando con cautela su estancia hasta las vacaciones de verano, pero si la situación de guerra no cambia para entonces, tendremos que considerar la creación de soluciones sistémicas”, ha explicado Figiel. De los casi 700 niños y tutores, 219 niños discapacitados ya han sido reubicados en un centro de Cáritas Alemania y 96 de encuentras en hospitales públicos.
