Ya ha vuelto a España el padre Ángel tras visitar la frontera ucraniana. El fundador de Mensajeros de la Paz no ha dejado de acoger refugiados de este nuevo conflicto. Lo ha hecho acompañado del director general de la entidad, Sergio Mella, y de la religiosa Lucía Caram, de la Fundación Convento de Santa Clara, para recoger a más de dos centenares de refugiados en cinco autobuses. Estos se suman a los aproximadamente 135 refugiados ucranianos que llegaron a Madrid en la madrugada del pasado jueves, 17 de marzo, en 31 taxis a la Iglesia de San Antón.
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Ya en familia
Madrid ha acogido ya a “alrededor de 2.000 refugiados” desde que comenzó la guerra, y esto, para el sacerdote asturiano, es una muestra la “solidaridad preciosa” que ha brotado pues “hay casi más casas para acoger que refugiados”, según ha declarado a Europa Press. “Es una maravilla porque es una solidaridad preciosa, se puede afirmar que hay casi más casas para acoger a refugiados que refugiados, y en las fronteras hay casi más voluntarios que refugiados. La solidaridad está a flor de piel”, aseguró.
El padre Ángel ha confirmado que los que han llegado hasta ahora “ya están todos en casas de acogida, de familias”. Y es que Mensajeros de La Paz también colaboró hace una semana con Open Arms y Solidaire para traer a España un avión con 220 refugiados ucranianos a bordo. “Hemos mandado dos autobuses a Alemania o uno a Francia porque quieren ir con sus familiares, lo único que te pedían era poder escapar de allí de alguna forma”, explicó el presidente de la entidad.
El padre Ángel llega de su viaje “con mucho dolor, con el alma encogida” al pensar “que no es posible que esto siga sucediendo” y “rezando para ver si es posible que de una vez se termine la guerra”. “Una guerra se puede evitar, es posible, allí no es por falta de pan, es algo de dialogar, que seamos capaces, que los políticos y los gobernantes se pongan de acuerdo”, reclamó. Además ha anunciado que “en la Iglesia de San Antón le vamos a ofrecer a la Virgen de Covadonga y al Cristo de los Niños un ofrecimiento, uniéndonos al papa Francisco. Además de poner todos los medios, los que creemos tenemos que rezar para que se cumpla el milagro”.
