Hay consternación en la Iglesia hondureña por el asesinato de José Enrique –Quique– Vásquez Calix, sacerdote de la diócesis de San Pedro Sula.
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El Miércoles de ceniza el cura se dirigía de Santa Cruz de Yojoa, donde era párroco, a casa su familia en San Pedro Sula, cuando fue interceptado por unos desconocidos.
El vehículo donde se transportaba fue encontrado 24 horas después en el puente Regina, en Morazán, departamento de Yoro.
Por ello el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) ha expresado sus condolencias al presbiterio de San Pedro de Sula con una carta dirigida a Ángel Garachana, titular de esta misma jurisdicción y presidente del Episcopado de Honduras.
Egresado del Cebitepal
El Celam reveló que el occiso “es muy apreciado y reconocido en el Centro de formación Cebitepal, donde realizó la licenciatura en teología pastoral”, graduado en la 13ª cohorte 2014-2015.
“Los miembros de la Presidencia del CELAM nos unimos a su sufrimiento, el de los familiares del padre Quique, el de la comunidad de San José de Medina y de toda la Iglesia diocesana y hondureña”, han dicho.
Además apuntan que siempre recordarán al padre Quique “por su testimonio, cercanía y calidad humana”, en tanto “nos unimos a sus deseos de construir una cultura del respeto a la vida y la paz”.
Foto: Diócesis de San Pedro de Sula
