La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, ¿un impulso para la Iglesia en Europa y Asia?

La Federación de las Conferencias Episcopales de Asia y la Comisión de los Obispos de la Comunidad Europea destacaron las aportaciones del encuentro eclesial que concluye este 28 de noviembre en la Ciudad de México

Este domingo 28 de noviembre concluye la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, celebrada en la Ciudad de México, después de una semana trabajo para conocer los desafíos que tiene la Iglesia en la región, a la luz de Aparecida y del magisterio del papa Francisco.



Durante esta semana estuvieron participando algunos invitados especiales, como los representantes de las conferencias episcopales de diferentes partes del mundo, entre ellos el de la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia y el de la Comisión de los Obispos de la Comunidad Europea, el cardenal Charles Maung Bo y el cardenal Jean-Claude Hollerich, respectivamente.

En su mensaje a los asambleístas, el arzobispo de Yangon, Maung Bo, aseguró que una vez más la Iglesia en América Latina ha asumido un papel pionero, y al igual que lo fue la Conferencia General del CELAM en Medellín, la asamblea eclesial de la Ciudad de México es un paso valiente para dar impulso a la Iglesia universal.

Tras considerar que el celebrar una asamblea eclesial en lugar de una sexta Conferencia General fue muy sabio, Maung Bo señaló que de ésta se espera también impulsos para la Iglesia en Asia y para ser Iglesia en el mundo de hoy, “en un mundo con sus desafíos particularmente difíciles, con sus injusticias, la pobreza, el cambio climático, el destino de las generaciones futuras, la protección de la creación con su biodiversidad”.

El cardenal recordó que el principal reto de la Iglesia en Asia, donde los cristianos son minoría, es proclamar el Evangelio de Jesucristo y trabajar desde el Evangelio para configurar un mundo más justo y pacífico.

Los primeros colores de mis páginas en blanco

Por su parte, el cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la Comisión de los Obispos de la Comunidad Europea, se dijo deseoso de compartir su experiencia de esta asamblea eclesial con los obispos del viejo continente, donde la Iglesia –dijo– está a veces un poco cansada.

El también Arzobispo de Luxemburgo explicó que Europa vive una gran secularización, y la Iglesia no ha encontrado la manera correcta de afrontarla. “Por poner un ejemplo –apuntó– en Alemania el número de personas sin religión es casi tan grande como el de católicos y protestantes juntos”.

Hollerich dijo que como Relator General del Sínodo sobre la Sinodalidad, en octubre pasado dio un discurso en una reunión pre-sinodal, en el que expresó que su “hoja estaba todavía en blanco”, pues necesitaba escuchar diferentes voces para llenar páginas.

En este sentido, “su Asamblea me ayudó a ver más claro, y me ayudó a desarrollar la imagen de las páginas blancas. Las páginas blancas no son el color blanco de la neutralidad, son el color blanco del Evangelio”.

“Ustedes, sus experiencias personales y su discernimiento comunitario, representan los primeros colores en mis páginas blancas. Y estos colores son hermosos, son los colores de la vida y tienen el sabor de Dios”, concluyó.

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